El 1 por ciento de la población española sufre urticaria crónica

  • La urticaria crónica es una enfermedad autoinmune, que afecta a la piel y las mucosas cuyas causas raramente son alérgicas, y que afecta al 1 por ciento de la población española.

Maspalomas (Gran Canaria), 5 jun.- La urticaria crónica es una enfermedad autoinmune, que afecta a la piel y las mucosas cuyas causas raramente son alérgicas, y que afecta al 1 por ciento de la población española.

En la mayoría de los casos la duración de esta enfermedad dermatológica se prolonga entre uno y cinco años, aunque en algunos casos graves puede durar hasta cincuenta; el 70% de las urticarias crónicas son de causas desconocidas.

Así lo afirma el doctor Jaime Vilar Alejo, dermatólogo del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, en una jornada informativa sobre la urticaria crónica organizada por Novartis en el marco del Congreso Nacional de Dermatología y Venereología, AEDV2014, que se celebra del 4 al 7 de junio en Maspalomas, Gran Canaria.

"El diagnóstico de la enfermedad es difícil", asegura el doctor Vilar quien indica que antes de dar con ella es importante solventar la sintomatología y tener un seguimiento para que esté lo mejor posible o que desaparezca la enfermedad.

Existen dos tipos de lesiones: los habones y los angioedema. El primero consiste en una inflamación que afecta a la piel asociada al picor y a la sensación de quemazón. El angioedema es una inflamación repentina y pronunciada de la dermis profunda y el tejido; no produce picor pero sí dolor y quemazón.

"El angioedema es una lesión más profunda. Ocurre la inflamación en la hipodermis, la grasa se eleva. Suele manifestarse en la cara, ojos, palmas y plantas. También en la mucosa de las vías respiratorias; se pueden cerrar y puede provocar la asfixia", afirma el doctor Vilar.

La urticaria se clasifica según la duración: aguda si se prolonga más de seis semanas y crónica si excede este tiempo.

En la aguda hay que atacar los síntomas; las crónicas pueden clasificarse en espontáneas, con causas conocidas o no, y en inducibles.

"Las urticarias inducibles aparecen de forma brusca y en un porcentaje se solucionan de repente y en otro, no", afirma el especialista.

Las guías europeas insisten en que lo más importante es sentarse con el paciente para recopilar el máximo de información.

Es importante la empatía de los médicos con los pacientes, "si no lo padeces no sabes qué es", afirma Asunción Medina, paciente del doctor Vilar, afectada desde hace quince años por un angioedema.

A Asunción la enfermedad le brotó durante la noche, ella y los médicos de urgencia lo achacaron a una chocolatina que tomó en la cena.

"Me desperté a las seis y la sensación era que la lengua no me cabía en la boca". Quince años después convive con la enfermedad controlando mucho su alimentación. "Te levantas por la mañana con la sorpresa de si estaré bien", asegura Asunción quien compara el dolor que siente con la rotura de un hueso.

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