El 63% de las españoles entre 50 y 69 años ayudan a sus hijos, cuidan a sus nietos y atienden a sus familiares dependientes


El 63% de los españoles entre 50 y 69 años ayudan a sus hijos, cuidan a sus nietos y atienden a sus familiares dependientes, según la investigación realizada por la Fundación Pilares para la autonomía personal, en colaboración con la Obra Social La Caixa y recogidos en el libro ‘Las personas mayores que vienen’, en el que se anticipa el potencial de participación social de quienes compondrán la población española los próximos años.
El estudio, elaborado por Gregorio Rodríguez, catedrático en Sociología y experto en Políticas Sociales Europeas; por Pilar Rodriguez, presidenta de la Fundación Pilares para la autonomía personal y Penélope Castejón, directora técnica de la fundación y especialista en investigación social aplicado, es una encuesta representativa del grupo de población con edades entre los 50 y los 69 años en España, que está formado por más de diez millones de personas, sobre las expectativas y las demandas que presentan, que son según los investigadores, muy diferentes a las que tienen las personas mayores de 65 años.
Los autores del trabajo, que se presentó este martes en el CaixaForum de Madrid, adelantaron que la población mayor se verá duplicada en el año 2.050 y destacaron que “anticiparse al futuro es la mejor manera de afrontar la incertidumbre que éste presenta”.
Por ello, uno de los objetivos del trabajo es conocer a los españoles que tienen entre 50 y 69 años, con unas circunstancias sociales y económicas concretas muy diferentes al conjunto de personas mayores de 65 años, para dar unas recomendaciones sobre la manera de reformular las políticas de mayores y las ofertas de actividades destinadas a este colectivo.
Los resultados del estudio muestran que la jubilación se percibe de manera distinta según la relación con la actividad laboral. Para más del 60% de las personas ocupadas y jubiladas significa una oportunidad de “dedicar el tiempo a lo que se quiere”, pero esta visión es mucho menos frecuente entre quienes se encuentran en situación de desempleo (34%).
En cuanto a su opinión sobre hasta qué edad se debería trabajar, más de la mitad de los encuestaos se mostraron de acuerdo en que hay que seguir haciéndolo más allá de los 65 años, pero este porcentaje disminuye cuando la pregunta se refiere a su propia situación.
Asimismo, el 63% de la población estudiada están contribuyendo de manera “muy relevante” al apoyo familiar cuidando a sus nietos mientras los padres trabajan, atendiendo a personas en situación de dependencia y ayudando económicamente a otros familiares, sobre todo a hijos mayores de 25 años.
En cuanto a las actividades de ocio, el 'grupalismo' que ha sido, según los especialistas, tradicional en las personas mayores está dando paso a una mayor autonomía en la selección de los intereses individuales. De ahí que más de la mitad de la población estudiada manifieste desinterés por las actividades que se ofrecen y prefieran autogestionar su tiempo libre.
Los datos de la investigación desvelan también que los centros sociales y hogares de mayores están perdiendo su atractivo porque apenas un 16% de las personas de entre 60 y 69 años acude a ellos.
RECOMENDACIONES
El estudio incluye un conjunto de recomendaciones para reorientar las políticas y las actuaciones dirigidas a las personas mayores en el ámbito de la participación social.
Los especialistas dicen que mejorar la calidad del empleo y la formación es clave para evitar las salidas anticipadas del mercado de trabajo y destacan que hay que incorporar criterios de flexibilidad que permitan a las personas complementar el trabajo con período de retiro voluntario para la crianza, los cuidados familiares o los estudios.
Asimismo, entre las recomendaciones se incluye que los poderes públicos retornen hacia una mayor inversión en medidas y recursos de apoyo a las familias y se trabaje por resolver el “intolerable” nivel de desempleo existente.
Por ello, piden a la Administración que incorpore una oferta sistemática a los trabajadores que les prepare para planificar y orientar la vida en la etapa siguiente a la jubilación, además de dar más apoyo a aquellas organizaciones que promuevan el desarrollo del potencial participativo de estos grupos de edad.

Mostrar comentarios