El 80% del bosque quemado en Valencia se reforestará de "manera natural"

  • El 80 por ciento del bosque quemado en la provincia de Valencia se reforestará de "manera natural", según ha asegurado a Efe el director del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (dependiente del CSIC), Patricio García-Fayos.

Guillermo Prudencio

Madrid, 8 jul.- El 80 por ciento del bosque quemado en la provincia de Valencia se reforestará de "manera natural", según ha asegurado a Efe el director del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (dependiente del CSIC), Patricio García-Fayos.

El tipo de bosque quemado en los grandes incendios de Valencia favorece la regeneración natural de la vegetación, por lo que las posibles labores de reforestación deberían ser muy puntuales, han coincidido en señalar a EFEverde varios expertos consultados.

En concreto, García-Fayos, ha señalado que en los montes arrasados por el fuego la reforestación se producirá "de manera natural", pues "el 80 % de especies" de ese hábitat tiene mecanismos de adaptación al fuego.

En el caso de especies como la carrasca, una vez que pasa el calor del incendio, las yemas de sus raíces comienzan a activarse y en unos días pueden verse los primeros brotes.

Otras como los madroños o los brezos requieren que llueva para que las yemas se activen, y las que no son capaces de rebrotar, como el romero, tienen semillas enterradas en el suelo "que son muy resistentes al fuego e incluso se ven estimuladas a germinar por el calor".

En cuanto a los pinos blancos, García-Fayos, quien ha evaluando la situación en el área de Andilla, ha comentado que "todo el suelo estaba regado de piñones", pues tras un incendio los pinos abren sus piñas para liberar sus semillas.

La situación cambia a partir de los 1.000 metros de altitud, donde hay especies arbóreas como el pino negral o la sabina albar, que no tienen mecanismos de adaptación al fuego, por lo para recuperarlas habría que realizar repoblaciones a partir de plantones de vivero o siembra directa en zonas de acceso difícil.

El investigador estima que en diez años, aunque la cobertura vegetal no será la misma que antes del incendio, "sería razonable esperar que haya pasado el peligro y se hayan recuperado las funcionalidades más importantes de esos sistemas: proteger el suelo y albergar biodiversidad."

En ese sentido, el decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Carlos del Álamo, ha explicado que "en estos momentos lo fundamental es proteger el suelo", y que aunque para que comiencen las tareas de restauración tendrán que pasar "tres o cuatro meses", en zonas de máxima pendiente "habría que actuar ya".

En esas pendientes, de entre el 15 y el 20 %, se instalarían "fajinas", unas barreras que actúan como "mini diques" para evitar la erosión por escorrentía.

La regeneración del monte quemado dependerá en gran medida del régimen de lluvia de los próximos meses, ya que por ejemplo un episodio de gota fría sería devastador para el suelo.

Sobre la posible reforestación, el decano ha explicado que "esas zonas de pinar mediterráneo son ecosistemas muy adaptados al fuego y se regeneran con bastante facilidad", por lo que quizá sólo sea necesario hacer plantaciones en determinadas zonas "dónde haya quedado excesivamente calcinada la vegetación."

Otro asunto clave será la extracción de la madera quemada y saber lo que se hará con ella, teniendo en cuenta que "si se pone de golpe en el mercado mucha madera puede producir un hundimiento de los precios".

Además,"hay que tener cuidado con las plagas forestales, como los escolítidos perforadores", y de ese modo retirar la madera servirá para "evitar que se pudra" y se convierta en un foco de infección para los árboles vivos del entorno.

Los incendios de Cortes de Pallás y Andilla, ya apagados, han quemado desde el jueves pasado alrededor de 50.000 hectáreas de matorral y bosque.

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