El acusado de la matanza en una guardería belga es considerado culpable

Bruselas, 22 mar.- El belga Kim De Gelder, acusado de haber asesinado a dos bebés y una puericultora, fue hoy considerado culpable por un jurado popular que concluyó que, en contra de lo declarado por la defensa, el hombre "sabía lo que hacía".

"Kim De Gelder disponía de las facultades mentales y sabía lo que hacía", indicó en su veredicto el tribunal popular, que se encerró a deliberar durante seis horas, informó el tribunal de Flandes oriental, en el norte de Bélgica.

Asimismo, los doce miembros del jurado le declararon culpable de otro cargo de asesinato por la muerte una semana antes de una mujer de 72 años, Elza Van Raemdonck; de tentativa de homicidio por el resto de personas heridas en la guardería y el intento de muerte de una pareja días después de asesinar a la anciana.

Los hechos se remontan a enero de 2009, cuando De Gelder irrumpió en la guardería "El país de las fábulas" en la ciudad flamenca de Dendermonde armado con un cuchillo de treinta centímetros y, tras dirigirse al área de los bebés, la emprendió a cuchilladas de manera indiscriminada con los niños y adultos que encontró.

En el ataque fallecieron dos bebés de nueve meses y una cuidadora de 54 años y resultaron heridas graves otras doce personas.

Los miembros del tribunal popular rechazaron así la versión presentada por la defensa durante el proceso de que De Gelder es esquizofrénico y no responde de sus actos.

El abogado general, Yves Van Den Berge, debe confirmar si la pena para De Gelder es de cadena perpetua o se reduce la condena por alguna otra circunstancia atenuante.

Por su parte, el letrado de la defensa, Jaak Haentjens, recurrirá el veredicto.

En 2010 un grupo de médicos psiquiatras examinó a De Gelder y señaló que era "responsable de sus actos" y no padecía ningún trastorno mental.

Los psiquiatras explicaron que De Gelder sufre serios trastornos de personalidad, pero que es capaz de controlar sus actos.

Esa conclusión médica permitió que De Gelder fuera juzgado por un jurado popular.