El Caribe y la costa sureste de EEUU se prepara ante temporada de huracanes

  • El Caribe, el Golfo de México y el sureste de EE.UU. se preparan para el inicio mañana de la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, con la perspectiva de que este año se prevé más activa que en años recientes.

Miami (EEUU), 31 may.- El Caribe, el Golfo de México y el sureste de EE.UU. se preparan para el inicio mañana de la temporada de huracanes en la cuenca atlántica, con la perspectiva de que este año se prevé más activa que en años recientes.

Desde las islas de las Antillas hasta EE.UU., las respectivas autoridades se afanan en los últimos días en recordar a la población la importancia de esta preparada ante el posible paso de una tormenta tropical o un huracán, insistiendo en que, una vez que se sabe con certeza que va a afectar a un territorio en concreto, ya suele ser tarde para improvisar.

En EE.UU. se recuerdan estos días cómo funcionan los sistemas de alertas a través de teléfonos móviles y en Florida, el estado más afectado por estos fenómenos, se anunció hoy la puesta en marcha un programa piloto para que los equipos de emergencia puedan tener imágenes de televisión durante las catástrofes, lo que en principio ayudará a evaluar mejor las necesidades y atenderlas más ágilmente.

"El sábado marca el inicio oficial de la temporada de huracanes 2013. El año pasado pronosticaron una temporada de huracán lento, pero con tres eventos climáticos que afectaron a Florida, incluido 'Sandy', vimos cómo una tormenta puede impactar significativamente la comunidad", apuntó hoy el gobernador de Florida, Rick Scott.

En el Caribe, Puerto Rico asegura estar preparada para una temporada que oficialmente dura seis meses y en la que se espera que se formen entre 13 y 20 tormentas tropicales, de las que entre 7 y 11 podrían llegar a convertirse en huracanes.

El coordinado de avisos de la oficina del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan, Ernesto Morales, señaló hoy a Efe que la población debe estar preparada, con independencia de lo que digan las previsiones, y que cada familia debe tener un plan en función de la zona en la que viva de las característica de su vivienda.

Igualmente, en la República Dominicana, también con un elevado riesgo de sufrir el azote de estos fenómenos, el subdirector de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Miguel Campusano, dijo hoy a Efe su interés no es "solamente la cantidad o formación de tormentas o huracanes", si no tomar las medidas del lugar y mantener informada a la población.

En todas las zonas que se pueden ver afectadas por estos fenómenos meteorológicos se insiste en pedir a la gente que no se confíe y en recordar que tan sólo una tormenta tropical puede provocar la destrucción y muerte por donde pase.

En ese sentido, y especialmente en EE.UU., las autoridades no tienen más que remitirse a la tragedia del año pasado, cuando, casi al final de la temporada, "Sandy", causó la muerte directa de al menos 147 personas.

De ellas 72 murieron en EE.UU., pese a que cuando tocó tierra ya ni siquiera era una tormenta tropical. Aquel fue el ciclón más letal sufrido en este país en los últimos 40 años y el segundo más costoso, tras "Katrina", con unos 50.000 millones de dólares en gastos.

También causó la muerte de 54 personas en Haití, 11 en Cuba, 3 en República Dominicana, 2 en Bahamas, 2 en aguas del Atlántico y 1 en Canadá, Jamaica y Puerto Rico, respectivamente.

A grandes rasgos, se recomienda a la población que consulten con las autoridades locales sobre medidas de preparación y prevención y que tenga un plan sobre cómo actuar en caso de que se tenga que quedar encerrado en casa durante días sin electricidad.

Siempre se aconseja tener listo al inicio de la temporada 4,5 litros de agua por persona y día, para entre 3 y 7 días, en función de la accesibilidad de la zona donde se viva, alimentos para ese mismo periodo de tiempo, pensando también en las mascotas, y medicamentos suficientes para quienes tengan que tomarlos.

Igualmente, se aconseja contar con un equipo de primeros auxilios, linternas o lámparas con baterías, radios que no necesiten electricidad para funcionar, juguetes, libros y material para entretener durante días a los niños, y tener reunidos y localizados documentos más importantes, llaves y herramientas básicas.

El depósito lleno de los vehículos, dinero en efectivo y los números de teléfonos de familiares y allegados también son elementos que conviene recordar cuando se acerca una tormenta.

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