El cermi difunde un decálogo para un uso apropiado de la imagen social de las personas con discapacidad


El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha elaborado un Decálogo para un uso apropiado de la imagen social de las personas con discapacidad, destinado principalmente a los medios de comunicación.
El documento ha sido elaborado por la Comisión de Imagen Social de la Discapacidad y Medios de Comunicación del Cermi, presidida por Juan Antonio Ledesma, con la asistencia técnica de Leonor Lidón Heras.
El Decálogo indica que los medios de comunicación deben tener "una nueva actitud abierta e inclusiva con respecto a la discapacidad", lo que implica que al tratar una noticia o una imagen relacionada con las personas con discapacidad, "el profesional de la comunicación tenga presente que son parte de la sociedad y, por tanto, deben quedar reflejadas con normalidad".
Se debe incluir la discapacidad como interés informativo del medio, tanto general como sectorial; es decir, "hacer informaciones vinculadas con la discapacidad no solo en la sección de sociedad".
El Cermi manifiesta que "hay que visibilizar, pero sin que la discapacidad, salvo que sea el contenido esencial de la noticia, absorba toda la atención y acabe siendo el parámetro que explica a la persona".
El Decálogo también hace alusión al lenguaje y recuerda que "es necesario erradicar terminología ya caduca; palabras como minusvalía, minusválido, discapacitado, inválido, retrasado, incapaz, etc.".
El documento señala que hay que "evitar connotaciones que perpetúen imágenes negativas o que predispongan a una mirada condescendiente, paternalista o estereotipada". Palabras como sufrir, padecer, postrado, etc. son expresiones caducas que no deben ser empleadas.
Otro de los puntos que destaca el documento es la necesidad de "conocer la propia diversidad que hay dentro de la discapacidad, no dando por sentado que todas las discapacidades son iguales". Además, recuerda que hay que contextualizar la información para facilitar una imagen más acorde con la realidad.
También se abordan las barreras de la información, que "minan la autonomía e igualdad de la persona con discapacidad". El Decálogo recuerda que "señalar, denunciar, prevenir con formatos accesibles y eliminar las barreras es otra forma de promover la igualdad y de erradicar las ideas de paternalismo".
Apunta que "la colaboración y el diálogo fluido entre los profesionales de la comunicación y el sector de la discapacidad es clave para asegurar que los mensajes lanzados a la sociedad son inclusivos, ajustados y rigurosos".
Por último, el Decálogo plasma algunos ejemplos de buenas prácticas y propone una serie de preguntas o retos que deben plantearse los profesionales de la información para analizar si están transmitiendo o no una imagen real de las personas con discapacidad.

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