El comisario de Mercado Interior confía en que París cumplirá las exigencias europeas sobre los gitanos

  • Bruselas.- El comisario de Mercado Interior y Servicios Financieros, el francés Michel Barnier, calificó hoy de "buena noticia" el compromiso francés de modificar su legislación sobre libre circulación para adaptarse a las exigencias formuladas por la Comisión Europea a raíz de las expulsiones de gitanos.

La Gendarmería francesa niega tener ficheros sobre los gitanos
La Gendarmería francesa niega tener ficheros sobre los gitanos

Bruselas.- El comisario de Mercado Interior y Servicios Financieros, el francés Michel Barnier, calificó hoy de "buena noticia" el compromiso francés de modificar su legislación sobre libre circulación para adaptarse a las exigencias formuladas por la Comisión Europea a raíz de las expulsiones de gitanos.

Barnier se refería a las declaraciones efectuadas anoche por el ministro galo de Inmigración, Eric Besson, dos días antes de que cumpla el plazo dado por la Comisión Europea para que Francia subsane su legislación, so pena de abrirle un expediente de infracción.

"Que el ministro francés competente confirme que Francia desea aportar, en los próximos días, respuestas rigurosas y serias a la cuestión de la no discriminación y a la garantía exigida a Francia y a otros países para que traspongan la directiva de 2004 creo que está bien", dijo el comisario francés.

"Confío en Francia", añadió Barnier.

El pasado 29 de septiembre, la comisaria de Justicia, Viviane Reding, instó a Francia a que modifique su legislación en materia de libre circulación de ciudadanos, tras haber analizado las expulsiones de gitanos efectuadas por su Gobierno.

Entonces, le dio de plazo hasta el quince de septiembre para que presentara un plan detallado para alinear su legislación con la directiva europea de 2004 sobre este asunto, antes de abrir un procedimiento de infracción.

La polémica sobre las expulsiones de gitanos iniciadas por Francia el pasado verano fue avivada hace unas semanas, cuando Reding las comparó con las deportaciones efectuadas durante la Segunda Guerra Mundial, una afirmación que desató la indignación del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su gobierno.

Este verano, alrededor de 3.000 gitanos procedentes de Rumanía y Bulgaria fueron expulsados de Francia, después de que la Policía recibiera una orden para desmantelar los poblados en los que vivían.

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