El ejército tailandés reparte ayuda en la aldea de líder insurgente abatido

  • El ejército tailandés repartió ayuda en la aldea natal de un líder insurgente abatido el mes pasado en el asalto a un cuartel militar con el objetivo de atraerse a la población musulmana del sur, informó hoy la prensa local.

Bangkok, 20 mar.- El ejército tailandés repartió ayuda en la aldea natal de un líder insurgente abatido el mes pasado en el asalto a un cuartel militar con el objetivo de atraerse a la población musulmana del sur, informó hoy la prensa local.

Los soldados ofrecieron atención sanitaria gratuita y repartieron material educativo, regalos y hasta repararon motocicletas ayer en Ban Duku Surao, la aldea del fallecido cabecilla rebelde Maroso Chantrawadee, en la provincia de Narathiwat.

En un discurso en la mezquita local, el capitán Somkiat Ponprayun, jefe del destacamento de la Marina tailandesa, lamentó la muerte de los 16 militantes, incluido Maroso, en el ataque contra el cuartel militar el pasado 13 de febrero.

Ante unos 1.000 asistentes, Somkiat pidió a los vecinos que convenzan a los insurgentes para que abandonen las armas y subrayó que la paz sólo se conseguirá con la colaboración entre las autoridades y las comunidades locales.

Maroso, entonces de 31 años, fue uno de los dirigentes del ataque de febrero contra un cuartel militar en una de las incursiones más arriesgadas de la guerrilla islámica, pero fueron repelidos por los militares, quienes habían sido advertidos por un soplo.

De acuerdo con sus familiares, Maroso se unió al movimiento separatista islámico tras el incidente de Tak Bai en octubre de 2004, cuando 85 musulmanes murieron bajo custodia policial tras una manifestación disuelta violentamente.

En enero de ese año, los rebeldes musulmanes, formados por media docena de grupos, retomaron la lucha armada con un ataque coordinado contra una armería militar en el que se apropiaron de 400 rifles y munición.

El Gobierno tailandés iniciará a finales de este mes conversaciones de paz con el Barisan Revolusi Nasional (BRN o Frente Revolucionario Nacional) para intentar poner fin a un conflicto que ha causado cerca de 5.300 muertos desde que el movimiento de liberación islámico retomó las armas en 2004.

Sin embargo, la violencia continúa este grupo no representa a los insurgentes más violentos activos en el sur de Tailandia.

Los atentados con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos en Pattani, Narathiwat y Yala, se repiten casi a diario a pesar del despliegue de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad.

Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista del país y exigen la creación de un Estado islámico que integre estas tres provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani, anexionado por Tailandia hace un siglo.

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