"El futuro es nuestro", tributo a víctimas de emblemático colegio argentino

  • La historia de un grupo de adolescentes desaparecidos durante la última dictadura argentina, alumnos del Nacional de Buenos Aires, uno de los colegios emblemáticos del país, llega a la televisión de la mano del documental "El futuro es nuestro".

Nerea González

Buenos Aires, 1 may.- La historia de un grupo de adolescentes desaparecidos durante la última dictadura argentina, alumnos del Nacional de Buenos Aires, uno de los colegios emblemáticos del país, llega a la televisión de la mano del documental "El futuro es nuestro".

Claudio Slemenson, Horacio García Gastelu, Eduardo Beckerman, Franca Jarach y Magdalena Gallardo, todos menores de 20 años, fueron algunos de los 170 alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) -de carácter público, considerado uno de los centros más prestigiosos del país-, que desaparecieron durante la represión política de la última dictadura en Argentina (1976-1983).

Sus historias han permanecido en el anonimato hasta ahora, pero el próximo 9 de mayo llegarán a la pequeña pantalla con el estreno del último documental de los realizadores argentinos Virna Molina y Ernesto Ardito en el canal Encuentro.

"Los protagonistas eran personas impresionantes", explicó a Efe Molina, quien recalcó que sus vidas "se iban cruzando, se iba mezclando el tema de la militancia, del amor...".

Molina y Ardito construyeron "El futuro es nuestro" para reivindicar a una generación de militantes que consideran fundamental para entender la identidad y el futuro de Argentina "como sociedad y como pueblo".

"Nuestras hijas van al Nacional de Buenos Aires. Yo también fui al Nacional de Buenos Aires. Había una cuestión pendiente en relación a la militancia y a los desaparecidos del Buenos Aires porque nunca se había hecho nada", razonó Molina.

"En el colegio recién en el año 96 se empezó a hablar un poco de los desaparecidos, pero por otro lado solo se hablaba del año 76, es decir de la dictadura militar en adelante, nunca se hablaba de quiénes habían sido esos desaparecidos, por qué habían luchado, cómo se organizaban", resaltó Ardito.

"Vivimos muy de cerca lo que es la militancia estudiantil en el día a día y sabemos que esa militancia tiene raíces, tiene una historia que fue arrebatada, cortada", continuó Molina.

Para contar esa historia, los realizadores recuperan la memoria de algunos de los alumnos del CNBA que fundaron y dirigieron la Unión de Estudiantes Secundarios (U.E.S.).

La U.E.S. fue una organización de la izquierda peronista que integró a cientos de alumnos -más de 150 sólo en el Nacional de Buenos Aires- y destacó como uno de los movimientos más representativos de la militancia estudiantil en la década de los 70 en Argentina.

"Gran parte de la dirigencia de la U.E.S., los que la habían fundado, eran estudiantes del Buenos Aires. Había surgido uno de los espacios de lucha más importantes del peronismo en un colegio que históricamente es totalmente liberal y antipopulista", apuntó la realizadora.

En el proceso de investigación, que partió del libro "La otra juvenilia" -publicado en 2002 por los periodistas y exalumnos del CNBA Werner Pertot y Santiago Garaño-, Molina quedó impresionada por "la formación y la lucidez" de estos jóvenes que guiaron sus vidas por un objetivo social, en vez de por el "beneficio personal".

Para Ardito, la historia más impresionante es la de Claudio Slemenson, quien desapareció cuando "todavía no se conocía la figura del desaparecido", por lo que durante mucho tiempo, para su familia, solo "estaba preso" pero "no lo encontraban por ningún lado".

El realizador también destaca la figura de Magdalena Gallardo, desaparecida con tan solo 15 años, o la de Franca Jarach, de 18, a quien los militares obligaron a llamar a sus padres tras su detención para decirles que pronto volvería a casa, pocos días antes de ser asesinada en uno de los "vuelos de la muerte".

El documental, que tras su emisión en televisión tendrá una versión largometraje, se elaboró con materiales y testimonios de los amigos y familiares de los desaparecidos y servirá de puente entre aquella generación "revolucionaria" y las que hoy estudian en democracia.

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