El gobierno húngaro promete ayuda a los afectados por el vertido

  • Budapest.- El gobierno de Hungría pagará a los afectados por el vertido de residuos tóxicos en el suroeste del país indemnizaciones por los daños sufridos, al tiempo que se ocupará de reconstruir la zona devastada, informa hoy la prensa local.

Budapest.- El gobierno de Hungría pagará a los afectados por el vertido de residuos tóxicos en el suroeste del país indemnizaciones por los daños sufridos, al tiempo que se ocupará de reconstruir la zona devastada, informa hoy la prensa local.

El primer ministro, el conservador Viktor Orbán, hizo esta declaración al diario "Népszabadság" y precisó que se han movilizado todas las fuerzas necesarias.

De esta forma, el Gobierno quiere asegurar que todos los afectados vuelvan a tener en invierno un hogar, agregó.

Un vertido de residuos tóxicos causó el lunes por la noche la muerte de cuatro personas y heridas a más de un centenar de vecinos de siete poblados, después de quebrarse un dique de una represa en la que se almacenaba "barro rojo", una sustancia que se produce en la fabricación de aluminio.

Las aldeas de Kolontár y Devecser quedaron gravemente afectadas por el catástrofe y más de 400 personas fueron evacuadas.

Orbán manifestó que todo indica que la catástrofe no tuvo causas meteorológicas, sino que se debió seguramente a un error humano.

Asimismo, prometió investigaciones exhaustivas que pronto aclararán los detalles del vertido de un millón de metros cúbicos de la sustancia tóxica, proveniente de la empresa MAL.

Soldados, policías, ambulancias y voluntarios iniciaron ayer las obras de reconstrucción y anoche el ejército levantó un pontón en Kolontár.

El secretario de Estado para el Medio Ambiente, Zoltán Illés, ha calificado lo sucedió de "catástrofe ecológica", y las autoridades han declarado el estado de emergencia en las tres provincias afectadas.

Las obras se centrarán hoy en la reconstrucción y en neutralizar la contaminación que podría llegar hasta el Danubio y causar un mayor desastre.

Por esas razones, los especialistas arrojan sustancias para neutralizar los tóxicos en varios puntos del río Marcal, afluente del Danubio.

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