El kurdo vuelve a las escuelas del norte de Siria

  • "Roj bas, mamûste!": abrigados con sus abrigos y gorros, alumnos del noreste de Siria saludan en kurdo a sus profesores antes de entrar a clase, una escena impensable antes del inicio de la guerra.

El kurdo hizo su reaparición en algunas regiones del noreste administradas por esta comunidad, que representa el 9% de la población siria.

Antes del comienzo del conflicto, hace casi cinco años, la lengua estaba prohibida en las escuelas y la administración. Para este curso, se introdujo por primera vez un programa en kurdo en los centros de primaria.

En la escuela Musa Ben Nusayr, en la ciudad de mayoría kurda de Qamishli, este curso coexiste con el programa oficial en árabe.

"Aprendo y escribo el alfabeto kurdo en mi libreta", dice con orgullo Brefa Husein, una alumna de seis años. "Los profesores nos enseñan los nombres de los animales y las flores", explica.

En 2012, el régimen sirio retiró sus tropas de las zonas de mayoría kurda del norte y noreste del país, donde sus habitantes establecieron sus propias instituciones, fuerzas de seguridad y escuelas.

Se dio entonces un renacimiento de las tradiciones kurdas y en concreto, de la lengua.

Las escuelas que dependen de la administración kurda acogen a más de 86.000 alumnos y cuentan con unos 3.800 profesores, explica Samira Haj Alí, una responsable de educación en la provincia de Hasaké, donde se halla Qamishli.

El nuevo curso ya se aplica en las escuelas de primaria, mientras que para los mayores se sigue impartiendo el programa del gobierno.

Pero según Haj Alí, la administración kurda prevé establecer sus propios programas en árabe, así como en siríaco, a partir del año próximo.

La instauración del programa kurdo irritó al gobierno sirio, que decidió dejar de pagar a los profesores que brinden este curso.

Y algunos padres retiraron a sus hijos de las escuelas administradas por los kurdos, como Amina Berro, una profesora de inglés kurda, que prefirió cambiar a los suyos a un colegio gestionado por el gobierno.

"El programa kurdo no es reconocido y los profesores todavía no están calificados", argumenta a la AFP. Afirma apoyar la enseñanza del kurdo en tanto que asignatura pero no entiende que se enseñe en esa lengua.

Riham al Ahmed, una niña de nueve años que llegó a Qamishli huyendo de los combates en la provincia de Alepo, más al oeste, sigue por su parte el programa clásico en árabe en la escuela Musa Ben Nusayr tras intentarlo en kurdo.

"Al principio me costó integrarme", reconoce Riham, que trató de seguir sin éxito el curso en kurdo. "Pero ahora, las cosas son más fáciles porque lo entiendo todo bien", explica.

Pero para muchas familias kurdas, el aprendizaje de su lengua materna es un sueño de la infancia hecho realidad.

Jan Musa, profesora de kurdo de 21 años, espera que "todos los alumnos aprenderán su lengua materna".

El director del Musa Ben Nusayr, Jamil Murad, aprendió el kurdo en secreto durante su juventud. Está encantado de que su hijo de ocho años, Raman, pueda hacer lo mismo en la escuela.

"La lengua forma parte de la supervivencia de un pueblo", asegura Murad, para quien este aprendizaje es "la mayor victoria de la administración autónoma".

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