El Papa seguirá con sus reformas, pero sabe que Cristo fue aplaudido y luego crucificado

Antes del cónclave que eligió papa a Francisco, Javier Martínez Brocal paseó cerca del Vaticano con el cardenal Bergoglio. Ni uno ni otro podían imaginarse cómo iba a cambiar su vida en los siguientes años.

Francisco está impulsando una de las mayores reformas internas de la Iglesia de las últimas décadas. Una operación no exenta de tropiezos y sinsabores. Y el granadino Martínez-Brocal, director de la agencia de noticias especializada en información vaticana Rome Reports, cuenta cuál es el secreto de este anciano de 79 años que, con un trozo de pulmón menos y problemas de movilidad, desborda su energía por todo el mundo.

Lo ha hecho en su libro "El Papa de la misericordia" (Planeta Testimonio), que se presenta esta semana en España.

¿Cómo hay que entender las últimas detenciones en el Vaticano?
Como una prueba evidente de que el papa va muy en serio. Y que el papa está dispuesto a tomar decisiones importantes, aunque le cuesten. Las reformas están funcionando, porque a la vista está que hay gente preocupada. Esto que ha pasado ha sido buenísimo para la Iglesia, no le quepa duda.

Pero ha habido un escándalo...
Claro, porque filtrar documentos privados del papa es algo muy grave, aunque quien las haya filtrado pueda pensar que así presta una ayuda. Las filtraciones no ayudan al Papa en su labor, pero tampoco le desaniman. Todo lo contrario.

¿Es cierto que existe una lucha soterrada entre el distintas facciones del poder vaticano, como los jesuitas, el Opus Dei, los neocatecumenales, etc…?
Francisco, que es jesuita, nombró como responsables de dos grandes comisiones para la reforma vaticana a dos personas del Opus Dei. Esas teorías conspirativas no responden a la realidad. El papa no ve a su alrededor fuerzas o tendencias contrapuestas, sino personas que le pueden ayudar. Lo único que le escandaliza es ver a gente que no sirve a la Iglesia, sino que se sirva de ella.Un cardenal serio, un papa "con dientes"

Bergoglio tenía fama de ser un cardenal serio. ¿Qué le ha cambiado?
Que se siente más libre que nunca. Antes, como cardenal, estaba más presionado políticamente. Ahora tiene la sartén por el mango. Puede mostrarse tal cual es: una persona de gran corazón y sonrisa. Alguien que fue portavoz suyo en Argentina bromeaba con él diciendo: "No sabía que usted tenía dientes".

Sabemos que este papa es peculiar. ¿Cuál es su sueño?
Que los católicos cambien de marcha. Que no se queden con los brazos cruzados esperando que la gente cambie. Que no juzguen a los demás, sino que les ayuden y les abracen. Que traten a los demás como lo que son: personas.

Si quieres entender a Francisco tiene que mirar a su corazón: él quiere movilizar a toda la Iglesia Católica, pero no a base de órdenes, sino con misericordia y ternura.

¿Para ayudar a los pobres?
Para Francisco el gran problema no son los pobres en sí, sino la indiferencia del resto ante una persona que no tiene techo o comida, ante una anciana que vive sola o una familia que no llega a final de mes. Si no hay sensibilidad hacia los pobres, es más difícil luego ayudarles.

Hemos visto a Francisco con los pobres, pero ¿cómo es con ellos cuando no hay cámaras delante? ¿De qué habla?
Francisco no trata a los pobres como pobres. No se pone encima de ellos. Los trata como iguales, haya cámaras delante o no. Y todos, pobres o no, así lo notan. Lo decían los gitanos a quienes recibió hace unos días: "Es como uno de nosotros". Es capaz de captar en una persona su completa humanidad.Rozarse con los demás

Hay rumores sobre su salud. ¿Cómo está físicamente?
Esta semana se ha tropezado dos veces. Se sabe que tiene un problema de movilidad, por la situación de su cadera, aparte de que le falta un trozo de pulmón. Si a eso añadimos que está a punto de cumplir 79 años, podemos deducir que es un milagro que tenga más energía que usted y yo juntos. Porque es la verdad. Aguantar el ritmo de trabajo de este hombre no es nada fácil.

No quiero ser agorero, pero ¿no es peligroso para su seguridad las costumbres de este Papa?
A él no le preocupa su seguridad sino que, en caso de sufrir un atentado, las personas que estén a su alrededor puedan resultar dañadas. Con buen humor ha declarado que si tiene que morir asesinado, solo pide a Dios que no le duela. Él no quiere ganar seguridad a cambio de perder cercanía con la gente. Necesita estar con los demás, rozarse con ellos. Es su manera de transmitir ternura y misericordia.

¿No puede interpretarse su estilo como una crítica implícita a los pontífices que le precedieron, tan diferentes a él?
A este respecto Francisco ha puntualizado que cada persona tiene su propio estilo. No quiere imponer su modo de vivir a los demás, aunque sí ha pedido más austeridad en el Vaticano. Él vive en un pequeño apartamento de la residencia Santa Marta porque así consigue ver cotidianamente a gente normal con problemas normales.

¿Qué es lo que más le preocupa al papa en este momento?
Desde el punto de vista político, le preocupa el egoísmo que reflejan ciertas decisiones medioambientales. Y como líder espiritual, quiere que el mundo sea más sensible al dolor de los demás.Aplaudido y crucificado

¿Qué dice el papa cuando oye lo que dicen de él, como que es un revolucionario?
Cuando le presentamos libros o documentales que hemos hecho sobre él, ni se inmuta. Pero le cambia la cara cuando le cuentas algo de tu vida, o de tus hermanos o amigos. Entonces te pregunta cuántos años tiene, a qué se dedica… No, a Francisco le importa poco lo que se dice sobre él. Recuerda que "también Jesucristo fue muy aplaudido pero después le crucificaron".

Algunos le han criticado por un excesivo acercamiento a personas que no viven conforme a la doctrina católica.
No actúa pensando en los escándalos, y menos en los escándalos farisaicos. Hay gente que razona así: "No me gusta que el papa le guste a quienes no piensan como el Papa". Pues peor para ti. La doctrina es algo útil porque ofrece marcos de referencia para regir el comportamiento, pero el cristiano debe, ante todo, salir al encuentro del otro. Y comprenderle, no juzgarle.

¿Por qué crees que el papa está cambiando el mundo?
Porque nos enseña a mirarlo de otro modo, a comprender que no debemos rechazar a las personas que no tienen la misma opinión que nosotros. Esa humanidad suya es la que revoluciona a los católicos y conquista a los que no lo son. Francisco mira al mundo y se pregunta cuál es la respuesta del Evangelio ante lo que ve. No tiene miedo a lo nuevo.

Sigue @martinalgarra