El policía Pere Cervantes aborda el "femicrime" en "No nos dejan ser niños"

  • El subdirector de la Policía Nacional Pere Cervantes aborda la nueva tendencia al alza del "femicrime" en su novela negra "No nos dejan ser niños", en donde converge una policía madre primeriza, tres ancianas estranguladas y una suegra con todos los números para ser incriminada por tales muertes.

Nana de Juan

Barcelona, 28 jul.- El subdirector de la Policía Nacional Pere Cervantes aborda la nueva tendencia al alza del "femicrime" en su novela negra "No nos dejan ser niños", en donde converge una policía madre primeriza, tres ancianas estranguladas y una suegra con todos los números para ser incriminada por tales muertes.

Cervantes, jefe del Grupo de Delitos Tecnológicos de Castellón de la Plana y con un historial de 24 años con la placa, se suma así al fenómeno de la presencia de las mujeres en las novelas policiacas como autoras o como personajes de ficción (detectives o asesinas), que aumenta día a día.

Con la isla de Menorca como telón de fondo, Cervantes (Barcelona, 1971) configura una novela en la que suma su experiencia como policía con sus estudios como guionista de cine para perfilar el personaje de su protagonista, la policía María Médem, una madre primeriza sumida en un mar de inquietudes.

Con un matrimonio que se tambalea, un examante que surge en el momento más inoportuno, un bebé al que amamantar, tres estrangulamientos de ancianas y una suegra manipuladora atrincherada en su casa, María deberá sacar fuerzas de flaqueza para que su ánimo no caiga en un pozo sin fondo.

"La maldad femenina es todo un arte; sutil, refinada y con una puntería brutal", confiesa Cervantes, consciente de que este aspecto ha sido lo que más le ha costado conseguir en su novela, "ya que los hombres somos mucho más brutos, mucho más patosos", reconoce.

Para la creación del personaje de la suegra, Pere Cervantes se dio de alta en varios foros de Internet como mujer y comprobó que en América Latina, "la sombra de la suegra nunca desaparece, porque muchas entran ya en el 'pack' con el matrimonio, debido a la precariedad económica y a que se quedan a vivir en su casa".

En España, pese a la liberación femenina, los tres principales motivos de estrés para la mujer son una separación, una mudanza y la la convivencia con la suegra, atestigua el escritor.

Sus hermanas, su mujer y sus compañeras del Cuerpo de Policía han inspirado y ayudado a Pere Cervantes para dibujar los perfiles de sus personajes femeninos en esta novela, publicada por Ediciones B, en la que late el conflicto sobre cómo compaginar la maternidad con la vida laboral sin flaquear.

"Tampoco hay que olvidar el sentimiento de culpabilidad que sienten muchas profesionales cuando algunas mujeres alardean de haber renunciado a su vida laboral para dedicarse por completo a sus hijos", apunta el escritor.

Cervantes considera que los buenos policías-escritores no solo se fijan en lo más sucio de la sociedad, sino que "hay mucho gesto humano que vives en tu profesión y que no sale en los telediarios y ahí tienes que fijar la cámara, si quieres hacer literatura", dice.

En este sentido, Cervantes estima que la novela negra clásica de los años 40 y 50, como la de Raymond Chandler, no tiene nada que ver con la actual. "A día de hoy, la sociedad es negra, pero todos tenemos momentos de lucidez y el malo, ahora, es también un ser humano", reflexiona el autor.

"En la entrada de una comisaría -apunta en este sentido- la mirada del escritor fijaría hoy la cámara, no en la imagen del hombre que acaba de matar a su mujer, sino en el momento en que ese mismo individuo ayuda a levantarse a una anciana, que se ha caído cuando iba a recoger su DNI".

Cervantes se dedica a escribir como un "mecanismo de defensa para no tragárselo todo", como le ocurrió en su etapa como casco azul en Kosovo, en 1999, y como "un canto a esos gestos humanos que nunca verás en el Telediario", enfatiza.

El escritor subraya que las mujeres tan solo cometen el 10 % de los delitos generales, y tan solo entre un 0,5 % y un 1 % de los delitos de pornografía, mientras en el terreno de los psicópatas, el sexo femenino solo representa al 10 %.

Entre las formas de matar "más femeninas", el policía refiere que que "ellas envenenan o estrangulan si su víctima es más débil", pero que son muy raras las muertes a golpes, con cuchillos o con pistolas o, como recrea el autor, con el sonido de la canción de Raphael "No nos dejan ser niños" como música de fondo.

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