El premio al Emprendedor anima a afrontar las dificultades y a exportar más

Valencia, 5 jun.- El Premio Jaime I en la categoría de Emprendedor 2011, Noriel Pavón, fundador y presidente de Oncovisión, ha animado a quienes tengan "buenos productos" a afrontar las dificultades "de todos los días y de todo tipo" y reforzar la búsqueda de salidas, como es la exportación.

Oncovisión nació en Valencia con científicos que no sabían del mundo empresarial y hoy dispone de cuatro productos "punteros en su campo" y sesenta empleados, de los que veinticinco son investigadores, ha valorado en declaraciones a Efe poco después de conocer que forma parte de los premiados este año en los Jaime I.

"Emprender es una de las mejores cosas" aunque la investigación científica tiene "un coste elevado" pero "si se tiene una buena idea, sabes cómo venderla y buscas la financiación adecuada, hay muchos mecanismos" para conseguir apoyo, en opinión de este científico, licenciado en Física Nuclear y Máster en Electrónica Nuclear por el Instituto Superior de Ciencias y Tecnologías Nucleares de La Habana (Cuba).

"Las ayudas públicas también son importantes pero en función del tipo de investigación" ya que en el caso de Pavón, comenzó con "niveles de inversión que podían ser abordados con 'business angels' (proveedores de capitales)", ha explicado.

Pavón reconoce que dificultades "va a tener siempre todo el mundo, pero hay que afrontarlas" y reforzar la búsqueda de salidas como la exportación, tal como ha hecho Oncovisión, que vende en más de veinte países.

Ha señalado que los emprendedores no deben esperar resultados inmediatos sino seguir trabajando "con buena tecnología y buen producto".

Oncovisión, creada en 2002 a partir de una "spin-off" y dedicada al equipamiento electromédico quirúrgico, se inició con una investigación para el desarrollo de una minicámara portátil para cirugía de cáncer, que permite llevar al quirófano la imagen en tiempo real.

La empresa utiliza la tecnología para equipos especializados en detección de cáncer de mama con "una sensibilidad muy superior a otros" y para localizar el efecto de un fármaco sobre la enfermedad en el tiempo.

El equipamiento para sistemas de diagnóstico y tratamiento clínico permiten discernir mucho mejor las células cancerosas y discriminar las probabilidades de cáncer de mama, así como detectar antes un tumor.

Actualmente la compañía se ubica en una de las plantas del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, adonde se trasladó a mediados de 2011 desde la Universidad Politécnica de Valencia, y ha recibido el apoyo "para empezar tanto de la antigua dirección como de la actual".

El CIPF aprobó a finales de 2011 un ERE para 113 trabajadores, que conllevó la desaparición de doce de las veintiséis líneas de investigación que tenía la entidad.