El presidente búlgaro pide nuevas elecciones para salir de la crisis política

  • El presidente búlgaro, Rosen Plevneliev, ha indicado hoy que la celebración de nuevas elecciones es la única salida a la crisis política que atraviesa el país por la falta de mayoría parlamentaria del gobierno y las crecientes protestas ciudadanas.

Sofía, 5 jul.- El presidente búlgaro, Rosen Plevneliev, ha indicado hoy que la celebración de nuevas elecciones es la única salida a la crisis política que atraviesa el país por la falta de mayoría parlamentaria del gobierno y las crecientes protestas ciudadanas.

"La única salida democrática de la tensa situación actual son nuevas elecciones. Nadie me puede convencer de que el instrumento más fuerte de la democracia pueda ser algo espantoso. Eso significaría que la misma democracia es algo peligroso", declaró Plevneliev en un mensaje extraordinario a la nación.

El presidente búlgaro indicó que aunque la Constitución no le permite convocar elecciones o mostrar su apoyo a uno u otro partido, sí que insistió en respaldar las protestas antigubernamentales que se suceden desde hace 22 días.

"Mientras sea presidente, siempre seré partidario de las manifestaciones que exigen más democracia y Estado de derecho" dijo Plevneliev, quién advirtió de que se está agotando el crédito de la confianza de los ciudadanos en los políticos.

Además, acusó a la clase política de aumentar con sus actos el descontento popular y de permanecer sorda ante las quejas ciudadanas, con la esperanza de que acaben por desaparecer.

"Las protestas se producen desde hace 22 días y los políticos no asumen ninguna responsabilidad", indicó Plevneliev.

Las manifestaciones se iniciaron el pasado 14 de junio ante la designación como jefe de los servicios secretos de un controvertido empresario.

Su rápida destitución no calmó los ánimos y cada día se celebran multitudinarias concentraciones de protesta frente al Parlamento y la sede del Ejecutivo para reclamar la dimisión del Gobierno y criticar a una clase política que se considera ajena a los intereses públicos y de favorecer a la oligarquía económica.

El actual gobierno, salido de las elecciones anticipadas del pasado 12 de mayo, sólo cuenta con el apoyo de los diputados socialistas y del partido de la minoría turca, y no dispone de mayoría parlamentaria.

El partido más votado en mayo, el conservador GERB, boicotea desde hace semanas la labor del Parlamento al ausentarse sus legisladores de las sesiones.

El pasado mes de febrero, el Gobierno búlgaro, controlado entonces por el GERB, dimitió en pleno tras semanas de protestas ciudadanas por los altos precios de la electricidad.

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