El relato de la mujer que sobrevivió junto a su hijo cuatro meses a la deriva en el mar

    • Cuatrocientos inmigrantes de Bangladesh y Birmania fueron abandonados por los traficantes de personas antes que la embarcación llegara a Indonesia.
    • Ha conseguido sobrevivir a días sin comida ni bebida hasta que un grupo de pescadores les rescató.

Una joven de 21 años que abandonó Birmania para buscar un futuro mejor junto a su hijo en Indonesia. Kasuma Hatu, musulmana, abandonó su aldea después de que quedara arrasada tras un incendio y mataran a su marido delante de sus ojos

"Después de la muerte de mi marido no teníamos comida. Sólo comíamos una vez al día. Sufríamos tanto que pensamos irnos a otro país, pensando que encontraríamos paz en otra parte", ha declarado a la BBC.

Después de estar cuatro meses a la deriva en el mar junto a otro grupo de inmigrantes que han sido rescatados por un grupo de pescadores.

"Eramos 400 personas apiñadas y la comida y el agua pronto se acabaron. La hélice del barco se rompió y no había gasolina para el motor. Los traficantes nos dejaron flotando en el mar", recuerda.

Los inmigrantes que viajaban a la deriva son principalmente musulmanes rohingyas de Birmania y bangladeshíes que han huido de la persecución y la pobreza que sufren en sus países.

Birmania achaca esta crisis humanitaria al tráfico de personas y a las redes de contrabando y ha negado categóricamente que sus políticas exclusionistas hacia la comunidad rohingya tenga relación alguna con su salida masiva del país.

Sin embargo, Kasuma es el relato de lo que se está viviendo en aguas del Índico.

"Cuando pasaba un bote de pescadores, nadaban hacia ellos pidiendo ayuda. Muchos murieron, también niños. Temía que mi hijo muriera", dice entre lágrimas. "Temíamos que jamás veríamos tierra firme".

Cuenta que "ningún país nos permitía atracar cuando el banco se estaba hundiendo" y por momentos creía que iba a morir: "Vi aviones y pensaban que venían a rescatarnos, pero no lo hicieron".

Finalmente fueron rescatados por un grupo de pescadores. Pero Kasuma aún tiene miedo: "No sabemos qué nos pasará".

Kasuma es sólo una de tantas personas que sufren el drama de la inmigración que asola a Birmania y Bangladesh. Más de 3.000 inmigrantes, la mayoría procedentes de estos países, han llegado a Malasia e Indonesia en barcos este mes, después de las persecuciones contra la inmigración emprendidas en Tailandia.Acuerdo con Bangladesh para repatriar a 200 rescatados

El Gobierno de Birmania ha anunciado este martes un acuerdo con Bangladesh para la repatriación de 200 bangladeshíes rescatados recientemente de un bote que se encontraba a la deriva frente a las costas birmanas.

Según las informaciones facilitadas por el diario estatal birmano 'Global New Light of Myanmar', los 208 inmigrantes rescatados habían sido alojados temporalmente en campamentos en el estado de Rajine.

"La mayoría de ellos son bangladeshíes de Cox's Bazar, Chittagong y Dacca que intentaron migrar a Tailandia y Malasia en busca de trabajo", ha indicado el citado diario, que ha especificado que ocho de ellos eran "bengalíes" en Rajine, un término utilizado para los miembros de la minoría musulmana rohingya.

Los 208 inmigrantes fueron rescatados el 22 de mayo por la Marina birmana en dos barcos localizados en la costa suroeste del país. "Las investigaciones de Birmania revelan que algunos de ellos eran víctimas del tráfico de personas", ha agregado el diario.

'Global New Light of Myanmar' ha publicado además las declaraciones de algunos de los rescatados, que han asegurado haber sido engañados para realizar el viaje y han expresado su deseo de volver junto a sus familias.

"Fui llevado a un barco y experimenté muchos problemas en él. Quiero volver con mi familia", ha dicho un hombre identificado como Mohamad Imira Hasin.

Un segundo hombre identificado como Mohamad Mobinwhaut relata que fue llevado a un barco por tres hombres cuando se encontraba en una tetería con un amigo que le había vendido a los traficantes.

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