El turismo de gorilas en África, un negocio de doble filo

  • El turismo de naturaleza salvaje cuenta con muchos detractores. Algunas investigaciones indican que las controladas visitas de humanos pueden estar afectando a la escasa población de gorilas en África. Sin embargo, se trata de una importante fuente de ingresos en países que no se pueden permitir rechazar estos negocios sin más.
El turismo de gorilas en África, un negocio de doble filo.
El turismo de gorilas en África, un negocio de doble filo.
Getty
Kathleen E. McLaughlin y Rebecca Huntington, Parque Nacional de los Volcanes (Ruanda) | GlobalPost

Hay pocas experiencias naturales en el planeta que puedan rivalizar con el encuentro cara a cara con un gorila de montaña de 160 kilos.

Unas 20.000 personas viajan cada año a África, principalmente a Ruanda, para ver a estos míticos gigantes en su hábitat natural. Para ello pagan unos 500 dólares por persona en concepto de permisos y caminan a través de una espesa jungla y escarpadas montañas, con el objetivo de poder observar durante tan sólo una hora a una de las especies en mayor peligro de extinción.

El turismo de gorilas, aunque polémico desde sus inicios, quizás haya salvado a estos animales de su extinción hace años, al haber servido para concienciar sobre su situación y recaudar dinero para su protección. Ahora, un nuevo estudio parece demostrar que el contacto humano puede resultar mortal para estos delicados gigantes.

Los investigadores han descubierto, por primera vez, un virus humano implicado en las muertes de dos gorilas de montaña salvajes, según se indica en un estudio publicado por la revista "Enfermedades infecciosas emergentes", que publica el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de EEUU. A través de muestras de tejidos, los científicos han podido confirmar que dos gorilas murieron en 2009 debido a una cepa del metaneumovirus humano (HMPV). Anteriormente ya se habían demostrado este tipo de vínculos en animales cautivos, pero este es el primer ejemplo demostrado en gorilas salvajes.

Aunque se recomienda a los turistas que acuden a ver a los gorilas que se queden en casa y renuncien a sus permisos si tienen síntomas de catarro o gripe, y los guías locales y porteadores son sometidos a frecuentes chequeos médicos, parece ser que algo se ha escapado a los sistemas de control.

"No sabemos cómo llegó el virus a los gorilas", confiesa la doctora Jan Ramer, gerente regional del Proyecto Veterinario de los Gorilas de Montaña, que ha participado en el estudio.

Ramer y otros médicos del proyecto funcionan como un equipo de emergencias que controla y trata a los gorilas que sufren traumas o enfermedades mortales o causadas por los humanos. Dicen que en los últimos años han visto más episodios de enfermedades respiratorias, y casos mucho más severos. Las enfermedades infecciosas son la segunda causa de muerte más común entre los gorilas de montaña.

La nueva investigación es importante por diversos motivos. Los humanos y los gorilas comparten en torno al 98,5 por ciento de su ADN, una conexión muy estrecha que aumenta el temor a que estos animales sean muy susceptibles a las enfermedades difundidas por los humanos. Los científicos ya están estudiando cómo los virus saltan de los primates a los humanos (un campo muy importante de investigación), pero estas evidencias han supuesto un giro.

Además, confirmar que los humanos pueden contagiar enfermedades mortales a los gorilas demuestra lo vulnerable que es esta especie en vías de extinción. Los científicos dicen que el número de gorilas de montañas es actualmente tan pequeño que es muy fácil que con cualquier alteración se extingan del todo.

Aunque los cerca de 700 gorilas de montañas que hay en la actualidad viven en parques nacionales protegidos en Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo, los animales están rodeados por una densa concentración de población, la mayor de África. El número de ejemplares aumenta, pero están bajo constante amenaza.

Ramer asegura que los científicos llevan tiempo sospechando que un simple estornudo humano puede en cierta manera provocar un resfriado a los gorilas. Estas nuevas evidencias demuestran que la población salvaje de gorilas está en grave riesgo. "Esta es la primera vez que se confirma", dice. "Este mismo virus ha sido confirmado además en chimpancés salvajes y ha causado enfermedades y muertes entre ellos".

Hay sectores que cuestionan desde hace tiempo el turismo de gorilas, pero los miles de visitantes que acuden al parque compartido entre Ruanda, Uganda y el Congo inyectan un dinero vital para estas reservas naturales, que tienen patrullas para proteger a los animales de otras amenazas como la caza ilegal y los robos. Además, los ingresos generados por los viajeros también repercuten en las comunidades locales, lo que sirve para implicar a los habitantes en la conservación de los animales y de los parques en un país en donde la tierra y los recursos son escasos.

En la ruta guiada por la selva para ver a los gorilas, los turistas deben de mantener una distancia de siete metros de los animales, algo difícil de hacer cumplir porque, como describe Ramer, en ese hábitat humanos y animales están mezclados como en una ensaladera.

Ramer cree que aún es difícil saber las implicaciones que tendrá este estudio, pero es una información potencialmente importante para poder salvar a la especie. "El turismo de gorilas supone unos ingresos enormes para el país, para ayudar a la gente que vive en torno al parque y a la conservación en general", asegura. "Aunque es una espada de doble filo, si se hace de manera responsable entonces merece la pena el riesgo pese al coste del beneficio".

El estudio ha sido realizado entre el Proyecto Veterinario de los Gorilas de Montaña; el Centro de Salud de la Fauna Salvaje de la Universidad de California, Davis; la Universidad de Columbia y el Consejo para el Desarrollo de Ruanda.

Mostrar comentarios