"El Viti" considera que "las cornadas que da la vida son más grandes que las de un toro"

Salamanca.- El ex matador de toros Santiago Martín "El Viti" ha asegurado hoy en Salamanca que "las cornadas que da la vida son más grandes y más fuertes que las de un toro", si bien, ha reconocido que las catorce heridas por asta de toro que sufrió a lo largo de su trayectoria le enseñaron "humanidad y respeto".

"El Viti", que ha pronunciado la conferencia inaugural del XXIX Congreso Nacional de Cirugía Taurina que hasta el próximo sábado reunirá en Salamanca a más de un centenar de especialistas nacionales e internacionales, ha calificado a los cirujanos taurinos de "salvadores de la salud y de la profesión".

En declaraciones a los periodistas, ha señalado que a lo largo de su trayectoria en el mundo de los toros -este año se cumplen cincuenta años de su alternativa- ha sufrido "demasiadas cornadas, catorce en total", pero ha sostenido que estos percances le formaron porque "la realidad fue mejor cuando los recibías".

"Las cornadas -ha proseguido- me enseñaron muchísimo, especialmente humanidad y respeto, y sobre todo cuando te ibas mezclando con los médicos, esos hombres que te robaban tu espíritu para ser entrañables toda la vida".

A su juicio, "todo lo que está dentro" de la fiesta de los toros, "incluidas las cogidas", contribuyen a "potenciarla" porque "te realizas en la profesión y en el mundo en el que vives con mayor entereza".

El diestro, nacido hace 72 años en la localidad salmantina de Vitigudino, ha subrayado que cuando se echa la vista atrás "te das cuenta que la vida te da cornadas más grandes y más fuertes que las de un toro".

"El Viti" ha sido tajante al afirmar que la culpa, salvo accidente, de las cogidas siempre es del matador, ya que, según ha apostillado, el toro "tiene que acometer aquello que le hiere y le incomoda".

Respecto a la cirugía taurina, el ex matador de toros, se ha felicitado de la evolución habida en los últimos años.

En ese avance también ha hecho hincapié el ex cirujano jefe de la plaza de toros de Sevilla, Ramón Vila Giménez, quien en declaraciones a Efe y antes de intervenir en el Congreso, ha señalado que encuentros como el que se celebra en Salamanca "han contribuido a mejorar la asistencia y ayudado a salvar muchas vidas".

Tras premiar con "dos orejas y rabo" el inicio de las sesiones de trabajo, el doctor ha confiado en que la conclusión de las mismas sea de "Puerta del Príncipe" en alusión a la puerta grande de la Maestranza de Sevilla.

En su opinión, la asistencia sanitaria en las plazas de toros "siempre se está mejorando" debido a que "las anestesias actuales no son como las de antes como tampoco los materiales quirúrgicos".

El cirujano ha diferenciado entre las cornadas de entre los años 1975 y 1980 que eran "muchas pero, la mayoría, leves" y las actuales que son "muchas graves y pocas leves".

Esta situación se debe, según sus palabras, a que antes "el toro pesaba menos, tenía menos cuernos y menos edad, y ahora es todo lo contrario".

Sobre si el afeitado de los astados está influyendo en el número de percances, ha aseverado que cuando se produce esa circunstancia el animal "pierde la distancia de sus cuernos".

Tras señalar que desconoce si los toros se afeitan o no porque eso, según ha apostillado, "es cosa de los veterinarios" sí que ha comentado el "miedo" que le dan los toros escobillados porque "cuando entran en el cuerpo del matador es como una bala que va abriendo un boquete".

Por su parte, el cirujano jefe de la plaza de toros de Bilbao, José Luis Martínez-Bourio, que también ha intervenido en una mesa redonda del congreso, ha mantenido que el nivel de la cirugía taurina en España en general "está actualmente bastante bien".

No obstante, según ha concluido, le "gustaría" que los médicos jóvenes "se animaran un poco a ver lo que es un espectáculo taurino y la cirugía" que se hace en este ámbito.