El vizcaíno Iván Martínez logra la Nariz de Oro 2014

  • Iván Martínez (tienda-degustación El Colmado de Medina de Pomar, Burgos) se ha proclamado vencedor en La Gran Final de la Nariz de Oro 2014, certamen considerado como el Óscar de la sumillería nacional, al ser uno de los más prestigiosos del calendario en España.

Madrid, 13 jun.- Iván Martínez (tienda-degustación El Colmado de Medina de Pomar, Burgos) se ha proclamado vencedor en La Gran Final de la Nariz de Oro 2014, certamen considerado como el Óscar de la sumillería nacional, al ser uno de los más prestigiosos del calendario en España.

El segundo puesto (diploma) recayó en Axel Pittarch (Valencia) y, el tercero, en Sergio Rodríguez (Castellón).

Fueron los tres mejores clasificados de una final en la que competían también los sumilleres Salvador Pardo e Ina Sorabilla, que se enfrentaron en la Gran Final al reto de adivinar sólo por el olfato el tipo de vino o destilado que escondía una copa negra y, en su caso, la variedad de la uva, denominación de origen o geográfica, nombre y añada.

Iván Martínez, natural de Baracaldo, ha reconocido, tras recibir el trofeo que le acredita como mejor sumiller de España, que "no me lo creo aún; me cuesta asimilarlo", puesto que su objetivo en el certamen "era estar entre los cinco clasificados para la Gran Final".

"No me veo como el mejor sumiller de España, sino el que más ha afinado en esta prueba" o Gran Final, en la que ha tenido seis minutos para averiguar qué cinco bebidas alcohólicas del mundo ocultaban otras tantas copas negras.

Las copas contenían vino blanco Upaingoa 2012 (DO Getariako Txakolina), el tinto Eldoze Syrah 2011 (VT Castilla), el vino Gramona Vi de Gel Gewürztraminer 2009 (Penedès), la Ginebra gallega Nordés y una "cachaça" Velho Barreiro.

Martínez ha confiado en que este galardón dé un giro de 180 grados a su carrera y repercuta en su negocio, una tienda de productos "delicatessen" en la que el vino es uno de los productos gastronómicos estrella.

"Creo que me he aproximado bastante en tres de las cinco copas", explicaba antes de conocerse el ganador del concurso Axel Pittarch, quien resaltó que una de ellas tenía un contenido que le pareció "muy extraño.

"Me ha parecido muy difícil, pero creo que he tenido cuatro coincidencias con otros compañeros. Eso sí, la segunda copa me ha despistado un poco", explicaba Sergio Rodríguez, mientras esperaba que el jurado diera a conocer el veredicto.

El ganador tuvo que enfrentarse a uno de los test olfativos de mayor dificultad que existen en el mundo en la actualidad, según han destacado los organizadores del certamen.

En esta edición de la Nariz de Oro (la número XXIII), se han evaluado a los 35 sumilleres semifinalistas procedentes de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco.

Hasta llegar a Madrid, más de 400 sumilleres se enfrentaron en las fases previas o eliminatorias celebradas en Bilbao, Santiago de Compostela, Valencia y Barcelona.

La directora de la Nariz de Oro, Sofía Magaña, ha destacado a Efe el alto nivel de los candidatos en una edición cada vez más exigente para que los finalistas que lleguen sean los mejores profesionales, quienes demuestran un alto nivel de conocimientos.

Según Magaña, en la prueba definitiva celebrada esta tarde los aspirantes tuvieron que poner a prueba sus conocimientos teóricos y, sobre todo, descubrir qué bebidas se escondían bajo la copa negra, sin ver su interior, ni probar, sólo utilizando su olfato.

Hoy los sumilleres se han enfrentado a dos pruebas ante la copa negra; de la primera, surgieron los finalistas; en la segunda, la Gran Prueba Final, han tenido que identificar, sin fase de cata previa, cinco bebidas, a la vista del público.

Los organizadores han programado, coincidiendo con el concurso, distintas actividades para profesionales como catas y talleres, a las que han acudido bodegas como Torres, Marqués de Riscal, Juvé & Camps, Azpilicueta, Chivas Regal, Gramona, Ramón Bilbao, Arzuaga o Marqués de Cáceres.

En la anterior edición, la Nariz de Oro 2013 recayó en Joffre Tarrida (vinoteca Cal Pere Tarrida, Barcelona), quien tuvo que identificar un champán Möet & Chandon 2004; un vino de Retsina; un tinto con crianza (El Médico 2011); un generoso palo cortado Harveys 30 Years VORS DO Jerez; y un calvados Pierre Huet Fine 40º.

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