La actriz y modelo pasó por una etapa rebelde al final de la adolescencia que le llevó a ponerse un pendiente en la nariz y a llevar el pelo de punta y de color de rosa. Esta imagen le llevó a pensar que estaba segura caminando por las calles incluso en las zonas más peligrosas de Londres. "Me mudé a Londres cuando tenía 18 años y viví en una habitación horrible en Finsbury Park. No sabía que era una zona mala en ese entonces. Además, yo misma daba miedo, nadie se me acercaba", contó la actriz. Hurley - que ahora se viste impecablemente y tiene una famosa y larga melena morena - está feliz de haberse rebelado en sus años adolescentes porque eso le hizo tener mayor seguridad en su vida."Estoy segura de que todo el mundo hace estas tonterías y se rebela de vez en cuando. La cosa es que la mía duró mucho tiempo. Fue probablemente bueno para mí. Desde entonces no me preocupé mucho de querer encajar", añadió.
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