Empresarios cántabros con antifaz, bastón y silla de ruedas exploran las capacidades de las personas con discapacidad


La campaña ‘Capacitados’, de la Fundación ONCE, promociona en Santander la inclusión laboral invitando a profesionales de empresa a ponerse en la piel de las personas con discapacidad.
Un total de 24 empresarios y profesionales cántabros pusieron esta mañana a prueba sus capacidades recorriendo el centro de Santander con los ojos vendados y en silla de ruedas. “Una iniciativa para que quienes contratan trabajadores valoren las capacidades de las personas con discapacidad, que afrontan la vida no de forma peor sino diferente”, explicó Mariola Borrero, delegada de la ONCE en Cantabria.
La experiencia forma parte de la campaña de sensibilización 'Capacitados', que desarrolla FSC Inserta, entidad de Fundación ONCE para la inclusión laboral y la formación de las personas con discapacidad, cuya actividad está cofinanciada por el Fondo Social Europeo.
Como subrayó su delegada en Cantabria, María Ángeles Martínez, “las personas con discapacidad tienen el mismo derecho a tener un empleo que el resto”.
Por su parte, el concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Santander, Roberto del Pozo, se sumó a la jornada desde su propia silla de ruedas para reivindicar que “lo importante es trasmitir sensaciones, sentimiento”. “Quienes hoy se han puesto en otra piel se dan cuenta de que siguen siendo las mismas personas aunque necesiten una ayuda técnica”, destacó.
Los representantes de empresas como El Corte Inglés, Equipos Nucleares, Ambuibérica o Briston, con antifaces, bastones y sillas de ruedas, superaron con notables dificultades su recorrido por la ciudad. “Es una inseguridad tremenda, una sensación de vacío desasosegante”, expresó Blanca Ibáñez, de la empresa Eroski, tras despojarse del antifaz y del bastón. Belén Barros, responsable del servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de Santander, confesó haber sentido verdadero miedo al bajar las escaleras de la Catedral de Santander, y explica que al taparse los ojos “oía mucho más que de costumbre”. “Ellos están más capacitados”, concluyó su compañera del área municipal de mayores, María Teresa Ruiz, atenta a las explicaciones sobre la diversidad del pavimento y las señales rugosas que percibe la bola en la que termina el bastón.
Los empresarios que experimentaron cómo se vive sobre una silla de ruedas iniciaron su recorrido en la misma sala del hotel donde se presentaba esta campaña a los medios de comunicación. “La primera sensación es de impotencia y torpeza”, aseguró Carmen Barcina, de la empresa Repsol, “es cansadísimo, requiere una fuerza física enorme porque, además, desde esta perspectiva cualquier pequeña cosa es un obstáculo insalvable”. El primero con el que se tropezaron es que las puertas de los ascensores del hotel se cierran sin dar un margen de tiempo suficiente a que entre una silla de ruedas.
“Como mejor se entienden las cosas es cuando se viven en primera persona”, explicó la delegada de la ONCE en Cantabria, Mariola Borrero. “Las personas con discapacidad tienen muchas capacidades y lo importante de esta experiencia de hoy es que los empresarios y profesionales lo hayan podido ver y sentir, para que puedan emplearles”, añadió.
Toda la actividad de FSC Inserta en el área formativa, a través de cursos y talleres para la mejora de la empleabilidad de las personas con discapacidad, y de intermediación laboral y asesoramiento a las empresas que presentan ofertas de empleo se enmarcan en del Programa Por Talento, que cuenta con la cofinanciación del Fondo Social Europeo, y no tienen coste alguno para los beneficiarios.

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