En España se llevan a cabo más de 70.000 vasectomías al año

  • La vasectomía, un método anticonceptivo quirúrgico que consistente en cortar los conductos que llevan los espermatozoides desde los testículos a la uretra del varón, es la técnica quirúrgica urológica más practicada en España, con una estimación de más de 70.000 intervenciones cada año.

Madrid, 28 oct.- La vasectomía, un método anticonceptivo quirúrgico que consistente en cortar los conductos que llevan los espermatozoides desde los testículos a la uretra del varón, es la técnica quirúrgica urológica más practicada en España, con una estimación de más de 70.000 intervenciones cada año.

Esta práctica despierta algunas dudas éticas entre los profesionales, sobre todo cuando son los jóvenes los que la demandan, una cuestión que han analizado hoy diversos expertos en una jornada organizada por la Asociación Española de Urología (AEU).

Según una investigación presentada por esta organización, el perfil del paciente que la solicita suele ser el de un hombre casado y con dos hijos, que busca la tranquilidad de un método anticonceptivo definitivo.

Sin embargo, en algunos casos acuden a la consulta jóvenes sin descendencia que solicitan una esterilización y son estas situaciones las que plantean más dilemas a los profesionales.

El doctor José Jara, coordinador de la Oficina de Ética de la AEU, ha confesado que algunos de estos pacientes, un tiempo después, al cambiar sus circunstancias vitales y de pareja, se arrepienten y piden una nueva intervención para revertir el proceso.

"Esta vuelta atrás resulta más complicada. Por lo que el debate moral intenta profundizar en las razones que debemos contemplar al indicar la vasectomía y las objeciones a la misma", ha apostillado.

Otro de los asuntos debatidos ha sido la implantación de nuevas técnicas como las terapias con láser, la cirugía laparoscópica, la robótica, la crioterapia y los tratamientos focales de próstata que, en muchos casos, "chocan con la falta de experiencia del equipo quirúrgico".

En ocasiones, ha advertido Jara, los equipos se están iniciando en estas técnicas y faltan datos a largo plazo sobre la eficacia de las mismas.

Por ello, ha hecho hincapié en que debe haber antes un aprendizaje sistematizado que contemple incluso el desplazamiento a otros centros o la colaboración de cirujanos experimentados, primando en todo momento la seguridad del paciente y la veracidad en la información sobre las indicaciones de cada intervención.

En definitiva, ha concluido el experto, se debe distinguir entre lo que es un ensayo clínico y lo que es una terapia admitida en la práctica asistencial, aunque ésta sea pionera.

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