En su aniversario abrimos el baúl de los recuerdos del 15M

  • El primer día de acampada, las asambleas en los barrios o el sábado pasado cuando, pese a los malos augurios, la manifestación de Madrid fue multitudinaria, son algunos momentos de este año que los indignados recuerdan con mayor emoción.

Se abre el baúl de los recuerdos del 15M
Se abre el baúl de los recuerdos del 15M
L. Albor / D. Tesouro
David Tesouro | Laura Albor

Corros de distintos colores salpican la Puerta del Sol, en ellos se están tratando temas como los recortes en educación, la privatización del agua, la paralización de desahucios o la bajada de las pensiones. En el centro, la estatua de Carlos III se encuentra rodeada por una gran pancarta, es un muro de la memoria del 15M, en él encontramos las distintas actividades que a lo largo de estos meses el movimiento ha realizado.

Hoy se cumple un año del primer día de ese gran mural. En estos meses el 15M ha vivido momentos muy diversos pero hay uno que cada indignado guarda en un rincón especial de su memoria. "Para mí fue Asamblea en que un policía comenzó a hablar y nos dijo que estaba de nuestra parte", nos cuenta una mujer, "luego me enteré que le echaron", lamenta.

"El día en que empezó a llover y trajeron la primera lona", comenta una joven mientras bebe una cerveza, "me emocioné al ver que bajaban ancianos que habían pensado que los jóvenes nos podríamos estar mojando".

La puerta del Sol está siendo estos días una fiesta, los indignados celebran su aniversario y es común que de vez en cuando alguien se lance a cantar un "cumpleaños feliz". Sin embargo, aparte de la anécdota, el movimiento conmemora la fecha con un sinfín de asambleas temáticas y acciones de denuncia y de recuerdo.

"Dicen que no hemos conseguido nada", lamenta un chico, "pero ¿creeis que toda esta gente hablando y poniendo sus ideas en común hace un año hubiera sido posible?". Es un momento para recordar y por qué no, para soltar alguna lagrimilla: "Para mí el momento más emocionante fue cuando fuimos al Congreso y la gente se ponía de pie", nos cuenta un anciano con un hilillo de voz. "Para mí es cada vez que alguien habla en una asamblea y me siento identificado", asegura otro joven.

Hoy, coincidiendo con las fiestas de San Isidro, es el día grande para los indignados y lo celebran por todo lo alto con actividades que van desde charlas sobre desempleo hasta talleres de democracia participativa, pasando por una cuelga de 'trapos sucios' o un taller de 'botijines'. Las acciones son variadas y abiertas a todos, como el propio movimiento, que recuerda en sus pancartas que se mantiene vivo "por los sueños que son reales".

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