Enterrado el teólogo paquistaní asesinado tras ser acusado de blasfemia

  • El teólogo musulmán Shakil Auj, quien fue asesinado ayer en la ciudad paquistaní de Karachi, fue enterrado hoy en presencia de miles de personas que convirtieron la ceremonia fúnebre en un acto en una protesta contra el asesinato y en demanda de la rápida detención de sus autores.

Islamabad, 19 sep.- El teólogo musulmán Shakil Auj, quien fue asesinado ayer en la ciudad paquistaní de Karachi, fue enterrado hoy en presencia de miles de personas que convirtieron la ceremonia fúnebre en un acto en una protesta contra el asesinato y en demanda de la rápida detención de sus autores.

Se sospecha que el asesinato de Auj, quien era decano de la Facultad de Estudios Islámicos de Karachi, se debe a una "fatua" o edicto islámico emitido recientemente por una escuela coránica en la que se le acusaba de blasfemo.

Según informaron fuentes policiales a los medios locales, Auj fue tiroteado por unos desconocidos que iban en moto cuando se dirigía en un vehículo al Centro Cultural iraní, donde iba a recoger un premio del Gobierno paquistaní por sus logros académicos.

Dos balas en el cuello acabaron con la vida del decano de manera instantánea, quien era conocido en el círculo académico de Pakistán por sus ideas liberales hacia el islam, al tiempo que se mostraba intransigente con las ramas más ortodoxas de esa religión.

La Comisión de Derechos Humanos de Asia (AHRC) recordó que hace un par de años el profesor Auj también fue acusado de blasfemo por un discurso en EEUU en el que dijo a las mujeres presentes que podían rezar aunque llevasen pintados los labios o las uñas.

La Policía tenía conocimiento de que Auj había recibido numerosas amenazas de muerte, "pero como es habitual nunca consideró ofrecerle protección", denunció la AHRC en un comunicado.

Este es el tercer asesinato en Karachi de un estudioso del islam "con una visión liberal" en lo que va de mes, después de las muertes del clérigo chií Ali Akbar Kumaili el día 6 y la del religioso Maulana Masood Baig el día 10, aseguró la organización.

Con cerca de 20 millones de habitantes, la localidad portuaria de Karachi, situada en el sur del país, es la ciudad más poblada de Pakistán y también su capital financiera.

La ciudad es escenario de continuos sucesos violentos que van desde enfrentamientos entre bandas mafiosas a ataques sectarios entre grupos religiosos de distinto signo y acciones armadas de la insurgencia talibán.

La llegada de cientos de miles de pastunes que huyen desde hace años de la violencia en el noroeste del país ha acentuado los enfrentamientos étnicos y también ha camuflado la llegada de muchos milicianos talibanes tanto paquistaníes como del vecino Afganistán.

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