Eslovaquia se prepara para la dimisión masiva de médicos el 1 de diciembre

  • El Gobierno de Eslovaquia declaró hoy el estado de emergencia en quince hospitales del país, después de que 2.000 facultativos presentaran el 1 de octubre su dimisión, que será efectiva desde el 1 de diciembre.

Praga, 28 nov.- El Gobierno de Eslovaquia declaró hoy el estado de emergencia en quince hospitales del país, después de que 2.000 facultativos presentaran el 1 de octubre su dimisión, que será efectiva desde el 1 de diciembre.

La medida, que entrará en vigor mañana, fue tomada hoy durante una reunión extraordinaria del Gabinete de coalición en funciones que encabeza la conservadora Iveta Radicova.

Entre los centros afectados se encuentran los hospitales universitarios de Bratislava y Kosice, los hospitales universitarios de Trnava, Trencin, Zilina, Presove, Banska Bystrica, y los hospitales-universitarios pediátricos de Bratislava y Kosice.

"Queremos tranquilizar a los ciudadanos ya que el Ejecutivo ha asegurado, con esta decisión y las medidas tomadas, el cuidado para los casos de gravedad y de aquellos que no pueden esperar", indicó Radicova a la cadena TA3 tras el consejo de ministros.

El estado de emergencia, que puede durar un máximo de 90 días, afectará a los médicos que han presentado carta de misión y están todavía a tiempo de retirarla, si bien a partir del 1 de diciembre no podrán beneficiarse de las mejoras salariales ofertadas por el Gobierno.

Unos 2.400 facultativos presentaron su dimisión a finales del verano, y si bien fueron escuchadas muchas de sus reivindicaciones, la negociación con los representantes del Estado encalló el pasado viernes por diferencias en materia salarial.

El titular de Sanidad, Ivan Uhliarik, reconoció hoy que los "médicos han puesto en peligro la situación de la sanidad en el país", aunque no precisó cuántos reconsideraron su postura.

El éxodo masivo afectará más a las regiones septentrionales del país y pondrán en serios apuros el funcionamiento de un tercio de los establecimientos sanitarios.

Los profesionales de la salud se quejan de la baja puntuación fijada por el ministerio de Sanidad para las actuaciones médicas, lo que hace que los flujos de dinero procedentes de las aseguradores no cubran los gastos que conllevan.

"El sueldo medio actual de un médico plenamente cualificado y con experiencia de diez años es de 1.300 euros, por lo que las 260 horas que trabaja al mes salen a 5 euros brutos por hora, incluidas las horas extras", según Brano Sedlak, estudiante de medicina en Bratislava.

También han criticado la transformación de los hospitales en sociedades anónimas y la corrupción en el sector inducida por los suministradores de equipo médico y empresas farmacéuticas, así como los abusos en los servicios de socorro.

El Ejecutivo de coalición en funciones ofreció a este sector un aumento del 30 % para 2012, pero los médicos pidieron una subida de al menos el 60 %.

Tras el rechazo de esa oferta, Radicova anunció el pasado viernes que ya no considera a la Agrupación de Sindicatos Médicos (LOZ) como interlocutor válido del Gobierno, y desde entonces se ha dirigido directamente a los médicos dimisionarios.

Al día siguiente, la política conservadora reconoció en un comparecencia ante los medios que el paso dado por los médicos "nos permite más fácilmente hacer la reestructuración y racionalización en estos centros hospitalarios, pero de manera planificada".

Hay mucha "deformación en el sector, que se viene arrastrando por inercia", aseveró entonces.

El plan, según Radicova, contempla de fusión de departamentos dentro de una misma institución, la racionalización de servicios, y la eliminación de algunos hospitales, "después de sopesar cuáles son las necesidades de cuidado médico".

La primera ministro constató también que se ha acelerado la concesión de licencias para ejercer la profesión médica y que de ello se beneficiarán muchos de los 350 estudiantes de medicina extranjeros que la han solicitado.

En concreto, se refirió a los 80 estudiantes de medicina de Ucrania que podrán ejercer su trabajo como médicos en Eslovaquia.

Uhliarik también ha reconocido hoy que ha pedido ayuda a otros países para afrontar la crisis.

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