Espera que no recurran anulación de herencia con deudas de asesino de su hija

  • Juana Vacas, una mujer de 74 años de Torredelcampo (Jaén) que aceptó sin saberlo una herencia en la que se incluían las deudas del asesino y exmarido de su hija, espera que no sea recurrida la sentencia que ha declarado nula la escritura de aceptación y adjudicación de la herencia.

Jaén, 1 ago.- Juana Vacas, una mujer de 74 años de Torredelcampo (Jaén) que aceptó sin saberlo una herencia en la que se incluían las deudas del asesino y exmarido de su hija, espera que no sea recurrida la sentencia que ha declarado nula la escritura de aceptación y adjudicación de la herencia.

Juana Vacas y su hija Encarnación Armenteros han comparecido hoy ante los periodistas en Jaén y han agradecido el fallo de la titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Jaén, la actuación "sobresaliente" de su abogado y las 175.000 firmas de apoyo que recibieron.

Han recordado que la sentencia no es firme porque contra la misma cabe recurso que se puede presentar hasta finales de septiembre.

Encarnación Armenteros ha precisado que lo único que quieren es "tranquilidad" y que "los últimos días de vida que le queden a mi madre esté tranquila, porque se lo merece".

"Espero y deseo que por humanidad no recurran, que nos dejen tranquilas, y que si se han equivocado, que lo hagan otra vez mejor, pero que dejen ya a estas dos pobres mujeres tranquilas, que ya está bien", ha subrayado Armenteros.

Las dos mujeres han descartado contactar con los notarios para instarles a que no recurran la sentencia.

"Si recurren, en la Audiencia nos veremos las caras, que hagan lo que quieran, aquí estamos", ha dicho Encarnación Armenteros.

Por su parte, Juana Vacas ha dicho que todavía no estará tranquila hasta que la sentencia sea firme.

La sentencia acepta la petición de la familia, que siempre denunció la falta de información en el momento de aceptar la herencia de su hija, que murió asesinada a manos de F.J.M. cuando ya estaba divorciada pero sin que diera tiempo a que disolvieran los gananciales. EFE

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