Este es Lorenzo, el anciano al que el Lluís Vives dio ayer plantón

  • Entre las doce y las doce y cinco de ayer estaba previsto que los alumnos de los institutos públicos de toda España hicieran un paro con el fin de denunciar las cargas policiales en Valencia la semana pasada. A la cita en el Instituto Lluís Vives sólo se presentaban los periodistas. ¿Sólo? No, también Lorenzo, un valenciano indignado con la imagen que está dando su ciudad se presentaba en la puerta del centro para mostrar su apoyo a los alumnos.
Valencia se llena de voces contra los recortes
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Laura Albor | Valencia

Eran las once y media cuando asomaba Lorenzo por la Avenida Marqués de Sotelo. Se quedó en silencio, inmóvil, contemplando la fachada del instituto y cómo los jardineros hacían la poda de los árboles de la entrada del centro.

Poco a poco iban llegando más periodistas a la zona y se iban agolpando a un lado de la puerta. Mientras, Lorenzo nos miraba con curiosidad. Eran las doce menos cinco cuando me acerco a él. Es anciano, con modales "de los de antes", lleva un aparato en el oído pero nos oye perfectamente,  va vestido impoluto y responde tranquilo, pausado.

"He venido por solidaridad, es la cuarta vez que vengo por aquí después de lo que pasó el lunes, pero no he tenido ocasión de coincidir con ninguna concentración", afirma el hombre mientras espera a que a las doce los alumnos del Lluís Vives salgan a hacer sus cinco minutos de silencio.

Lorenzo continúa, no tiene nietos, ni familiares que estudien en el céntrico instituto valenciano, sin embargo guarda un lazo muy estrecho con las aulas del Lluís Vives: "Estoy en cierta manera unido a este centro porque aquí me hicieron la convalidación de los exámenes de bachiller, yo había estudiado en el seminario y para hacer el examen de estado necesitábamos una convalidación de los estudios"

Dan las doce, las doce y cinco, las doce y cuarto, Lorenzo sigue a la puerta, no se explica que no haya salido ningún alumno. "No se puede permitir lo que pasó, yo había venido a mostrar mi apoyo a los alumnos del instituto", afirma entristecido. 

A eso de las doce y media, me acerco a confirmarle que los alumnos no van a salir, el anciano se aleja cabizbajo pero antes lamenta: "Valencia está dando una imagen horrible, entre Camps, Urdangarín y ahora esto, estamos todos los días en las páginas de los diarios".

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