Esto sí es hospitalidad: una mujer ebria 'duerme la mona' en una tienda de Ikea sin que nadie la moleste

Guardería, restaurante… que Ikea trata de hacer que sus clientes vivan una experiencia satisfactoria cada vez que visitan una de sus tiendas no es una novedad. Sin embargo, una mujer israelí puso a prueba el pasado miércoles la conocida hospitalidad de la cadena sueca convirtiendo uno de los dormitorios expuestos en el lugar perfecto para echar una siestecilla que se prolongó durante varias horas.

La protagonista de esta rocambolesca historia, de unos 40 años, llegó sola al centro que Ikea tiene en Netanya, al norte de Tel Aviv. El 'show' empezó cuando la mujer aparentemente empezó a encontrarse mal. En ese momento estaba en la sección de salones, y buscó recomponerse sentándose en uno de los sofás de exposición. No lo logró y vomitó encima del mueble ante el estupor de trabajadores y clientes.

Acto seguido la problemática clienta, que según explicaron los testigos al diario 'The Times of Israel' tenía "evidentes síntomas de embriaguez", deambuló hasta el área de dormitorios. Eligió la cama que le pareció más cómoda, se quitó los zapatos y, ni corta ni perezosa, se acostó a 'dormir la mona'.

Nadie hizo nada. Ni visitantes ni trabajadores se atrevieron a interrumpir la siesta… hasta que llegó la hora del cierre. Un empleado de seguridad del centro fue el encargado de despertar a la mujer que, ya más descansada y despejada, recogió sus pertenencias y se marchó con toda tranquilidad.

"Se sintió mal durante la visita a nuestra tienda y nuestros trabajadores le permitieron descansar hasta que se encontrase mejor. Le deseamos lo mejor", explicaron los responsables del centro comercial en un comunicado enviado a la web Walla.