Estudiantes con recursos: "¡Traigo libros de texto baratos, señora!"

    • Varios jóvenes venden sus manuales de cursos pasados en la calle de los libreros de Madrid
    • Los precios oscilan entre los 10 y los 20 euros
Llega el 'top manta' de los libros de texto
Llega el 'top manta' de los libros de texto
j. alvarez / l. albor
J. Álvarez | L. Albor

"Libro de primero de bachillerato de historia del arte, lo traigo barato señora. Aquí no sube el I.V.A", grita Javier en la calle libreros mientras sus amigos se ríen. Frente a él, una manta contiene varios manuales de la E.S.O y Bachillerato, ordenados por materias y curso.

"Los vendo para poder ahorrar para la Universidad", afirma el joven que asegura que sus padres aplauden "cualquier cosa que me permita sacar un dinero".

Al igual que él, una veintena de adolescentes llegaron hace unos días a la calle de libreros de Madrid cargados con sus libros dispuestos a sacarse "un dinero" para el próximo curso o para ayudar en casa. "Es imposible traer todos los que tengo, así que además de los que están aquí, tengo una lista con todos los de casa", afirma Ainhoa.

Pese a que no pactan precios entre ellos, la mayoría de los libros que se encuentran en este 'top manta' se venden entre los 10 y los 20 euros. "Yo ya habré conseguido unos 200 euros", asegura Javier, mientras a su lado un compañero lamenta: "yo bastante menos, no soy nada bueno con el regateo".

Padres y alumnos pasan por la calle con la esperanza de encontrar los textos que necesitan a buen precio. "Esto es una tradición en Madrid", asegura Cecilia, "aunque los tienen un poco caros, lo normal es que un libro de segunda mano se venda a un tercio de su valor, mientras que aquí los suelen tener sólo por la mitad".

El hecho de que varios jóvenes se concentren en la calle de los libreros de la capital no es casual, pues en ella se encuentran varias librerías de segunda mano de Madrid. "En realidad yo vine el otro día a vendérselos a alguno de los negocios de la zona", explica Laura, "pero me di cuenta de que podía sacar más dinero si los vendía yo directamente aquí".

"Yo los llevé primero a la librería pero me dijeron que no los querían, así que me puse aquí para ver si me sacaba algo de dinero", explica Javier.

La iniciativa de los adolescentes afecta a los libreros. Ellos no se muestran muy ilusionados con la iniciativa, aunque la mayoría prefiere no hacer comentarios: "¿Qué vamos a hacer?" afirma uno de ellos mientras se encoge de hombros, "esto pasa todos los años".

Aunque la venta ambulante sin permiso sea una actividad ilegal, los adolescentes aseguran que cuando pasa la Policía hace "la vista gorda". "Nos dicen: -venga chaval, esconde eso que no te vea".

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