Evitar el tabaco frenaría las malformaciones y problemas evolutivos del feto

  • Muchas de las malformaciones fetales y de los problemas más frecuentes en el desarrollo evolutivo de los fetos podrían reducirse evitando el humo del tabaco, que es uno de los agentes externos que más daños causan en el feto.

Madrid, 28 feb.- Muchas de las malformaciones fetales y de los problemas más frecuentes en el desarrollo evolutivo de los fetos podrían reducirse evitando el humo del tabaco, que es uno de los agentes externos que más daños causan en el feto.

Sin embargo, aunque este hecho parezca una obviedad, entre el 25 y el 40 por ciento de las embarazadas fuman durante la gestación, lo que provoca en los fetos un desarrollo neuroevolutivo "discretamente inferior" al de los hijos de las gestantes no fumadoras, ha explicado a Efe el jefe de Obstetricia del Hospital Clínic de Barcelona, Eduard Gratacós.

Este investigador ha participado hoy en la Jornada "Investigar es avanzar", un ciclo de conferencias organizado por el CIBERER (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras), con motivo del Día Mundial de las Enfermedades Raras que se celebra hoy.

Gratacós ha explicado que los problemas mas frecuentes que interfieren en el correcto desarrollo del feto son el retraso en el crecimiento intrauterino, que afecta al 7-8 por ciento de la población gestante, y los problemas de prematuridad, que afectan a otro tanto de los embarazos.

"Son situaciones de riesgo que la mayor parte de las veces no están producidas por un agente externo, sino que son resultado de adaptaciones inadecuadas al embarazo".

Esto ocurre porque para que un embarazo transcurra con normalidad, debe producirse una "perfecta sincronización" entre la madre y el feto; si no, el cuerpo de la madre "lo rechazaría como si fuera un trasplante de otra persona".

Cuando ese mecanismo de reconocimento falla, la placenta -que suministra alimento y oxigeno al bebé- no se desarrolla bien.

En esos casos, el feto, "que no deja de construirse", se adapta a la nueva situación y reprograma sus funciones, lo que después puede producir problemas endocrinólogicos, cardiovasculares, o neurológicos, que el niño arrastrará toda su vida y que no se detectarán hasta que el menor tenga entre cuatro y siete años.

Sin embargo, también hay agentes externos que, como algunos medicamentos, pueden causar complicaciones durante el embarazo: el peor de todos, el tabaco.

Saber qué tipo de agentes, externos o no, causan problemas en el feto es el reto al que cada día se enfrenta la medicina fetal, una especialidad relativamente nueva (treinta años), que ya permite realizar cirugía fetal y que en poco tiempo será capaz incluso de medir las conexiones cerebrales del feto durante la formación del cerebro.

"Esta especialidad controla el momento más importante en la salud de un individuo y llegará a garantizar la salud de la población" porque, desde el punto de vista económico, puntualiza Gratacós, "invertir en medicina fetal es invertir en la salud de las personas"

Este investigador del Clinic de Barcelona -centro de referencia con cirugía fetal- afirma que en los próximos años esta disciplina médica conseguirá entender por qué algunos individuos tienen más riesgo de sufrir ciertas enfermedades de adultos, lo que permitirá "intervenir desde que son niños".

Sin embargo, para ello, es necesario que la investigación se dirija a la innovación (la medicina fetal depende en gran parte del desarrollo de la bioingeniería y de los ecógrafos de alta resolución) y que haya colaboración entre expertos de distintas disciplinas, porque "cambiar de médico a partir del parto es un problema", ironiza Gratacós.

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