Familiares de represaliados aportan dinero para devolver subvención

Valdenoceda (Burgos), 11 ago.- Los integrantes de la Asociación de familiares de represaliados del Penal de Valdenoceda (Burgos) han tenido que devolver los 58.000 euros que recibieron por una subvención del Ministerio de Presidencia y añadir 4.000 euros de intereses, que han aportado de sus bolsillos.

Así lo ha señalado a Efe el presidente de la asociación, José María González, quien ha recordado que la ayuda fue concedida por el Gobierno anterior y el actual reclamó la devolución por entender que había vencido el plazo para realizar la exhumación de más de 30 cadáveres que se encuentran bajo la ampliación del cementerio de la localidad.

El presidente de la asociación, José María González, considera injusto que el Gobierno no acometa directamente las exhumaciones y, además, sea "tan estricto" con quienes lo hacen de forma voluntaria.

Ha recordado que su trabajo es el de agente comercial y tiene una empresa familiar, por lo que no puede actuar como gestor, abogado y forense.

La asociación acaba de recibir la respuesta negativa del Ministerio al recurso que interpusieron contra la devolución de los fondos.

Los intereses han sido pagados por los familiares con el apoyo de una cuestación a través de una cuenta de ahorro.

Los 58.000 euros han sido devueltos por la sociedad de ciencias Aranzadi, a la que habían entregado los fondos para que realizaran los preparativos de la exhumación.

La sociedad ya había gastado cerca de 10.000 euros en las solicitudes de permisos a los familiares y a un estudio arquitectónico para remodelar el cementerio, han precisado dichas fuentes.

Ahora la asociación duda si presentar un recurso contencioso para reclamar al menos los intereses, por el coste que pueda tener si el tribunal rechaza sus pretensiones de devolución.

El penal de Valdenoceda permaneció abierto entre 1938 y 1943 y la asociación realizó una exhumación de los restos de 114 cadáveres en 2007 pero tuvo que dejar el resto, más de 30, porque se encuentran bajo una ampliación del cementerio municipal, donde se enterraron más personas a partir de 1988.

González ha explicado que los trámites para conseguir el permiso de los familiares para levantar los enterramientos más recientes son muy complejos, porque en muchos casos los familiares están dispersos y se requiere el permiso de todos ellos.

El presidente de la asociación de familiares ha afirmado que dos de los cadáveres que siguen enterrados se han podido identificar gracias a las pruebas de ADN que se practicó en una pieza dental extraída a cada uno de ellos.