Familiares de víctimas heredan finca turca donde murieron militares españoles

  • La propietaria de una finca en Turquía donde en 2003 se estrelló un avión Yakolev 42 que transportaba militares españoles que regresaban de Afganistán la ha dejado en herencia a las familias de los fallecidos en ese siniestro.

Madrid, 17 may.- La propietaria de una finca en Turquía donde en 2003 se estrelló un avión Yakolev 42 que transportaba militares españoles que regresaban de Afganistán la ha dejado en herencia a las familias de los fallecidos en ese siniestro.

Abdülkadir Karahan, marido de Fátma Karahan, comunicó esta decisión al Ministerio de Hacienda turco tras el fallecimiento de su esposa y propietaria del terreno, quien dejó ese último deseo en su testamento.

"No voy a vender algo de mi propiedad, que desde hace más de diez años no puedo olvidar, que su sangre recorre esa tierra. Esa fue su tumba. Mi único deseo es que cualquiera pueda volver a esta tierra, gracias a las familias", dijo Fátma antes de morir el pasado mes de enero.

Ella y su marido iban con asiduidad a la finca, denominada "Hasretlik kuzular", para depositar flores, a pesar de vivir a cinco kilómetros de distancia y de que el lugar está a más de 2.100 metros de altura.

Fátma "lloró en ese suelo" y decía que "el avión que transportaba a los ángeles cayó a mi corazón", según relataron los familiares de las víctimas españolas.

En un comunicado remitido hoy a Efe, los familiares expresan su agradecimiento a la propietaria y al "pueblo turco" por su trato de "cariño y amor".

"Gracias a Fátma y a Abdülkadir, su marido, y gracias a todo el pueblo turco que nos arropó cuando los visitamos en el primer aniversario (del accidente). Siempre nos hemos sentido arropados, como si fuese nuestra casa, su cariño y amor apaciguó tan horrible fecha de conmemoración", señalan en la nota.

Los familiares dicen que la herencia no les corresponde a ellos sino a los 62 militares fallecidos a los que el pueblo turco trató como héroes.

Un trato que, sin embargo, lamentan que no se les diera en su país de origen: "España no quiso entender que eran 62 jóvenes que regresaban tras cuatro meses y medio de misión de paz en Afganistán y que fallecieron estando al servicio de su país hasta el último momento. Aquí sólo se quiso olvidar y ocultar", denunciaron.

El 26 de mayo de 2003 un avión Yak-42 de fabricación ucraniana se estrelló en la provincia turca de Trabzon y los 62 militares españoles que iban a bordo murieron, además de los doce tripulantes ucranianos y un ciudadano bielorruso.

El accidente desencadenó una gran polémica en España por las sospechas de fallos de seguridad y deficiencias en el mantenimiento del aparato previos al siniestro y por los errores cometidos en la identificación de las víctimas.

En 2009, fueron condenados por falsedad documental el general Vicente Navarro, a tres años de prisión, y el comandante José Ramírez y el capitán Miguel Sáez, a un año y medio.

La Asociación de Familiares de las Víctimas del Yak-42 recurrió el archivo de la causa y a día de hoy sigue reclamando una investigación más profunda sobre lo sucedido.

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