Faustino busca una familia: "Mi buena compañía vale más que todo el dinero del mundo"

Faustino León tiene 80 años y vive solo pero lo que más desea es tener una familia. Hace unos días empapeló el pueblo de Requena, en Valencia, con un reclamo: "Quiero sentirme uno más en casa, viviendo en compañía, ayudar en todo lo que pudiese (sic). Soy muy útil educando pequeños y adultos. Pagaría 600 euros al mes y mi buena compañía que vale más que todo el dinero del mundo", aseguraba el anciano.

"Soy un hombre muy educado pero no he tenido suerte", subraya Faustino, que desde que murió su madre hace ocho años no ha parado de buscar un hogar. Pasó por varias residencias de ancianos, la primera en Ampuero, Santander. "Fíjate si me fui lejos pero ni con esas", lamenta. "Vivir en una residencia es como estar en una cárcel".

Desde que puso su anuncio varias familias se han interesado por la situación de Faustino, pero él asegura que no ha encontrado todavía ninguna con la que sienta que estará bien. "Yo soy una persona sincera, honrada y decente", afirma. "Hace unos días un matrimonio catalán se interesó por mí, vinieron y me llevaron a su casa. El marido era una gran persona pero con la mujer no me iba ni a tomar un café".

Faustino se vio obligado a volver a su apartamento de Requena, con la esperanza de encontrar en una mujer de Murcia que se había interesado por su situación el hogar que él añoraba. "Me llamó la vecina de la mujer y me dijo que vendrían a verme. Yo estaba ilusionado pero no me gustó la señora y se lo dije claramente porque yo soy sincero cien por cien. A mí me gustó la que me había llamado, pero esa venía con el marido".

El tercer desencuentro tuvo lugar en Granada. Una familia se había interesado por él, por lo que Faustino hizo la maleta, cogió un taxi y se fue para allá. El problema es que cuando llegó al lugar nadie quiso verle. "Llamé una y otra vez pero nadie contestaba", asegura el anciano. "El taxi me costó más de 500 euros", lamenta.

No tira la toalla

Pese a que de momento no ha encontrado su lugar, Faustino no pierde la esperanza : "Estoy esperando a ver si me vuelve a llamar una familia de Murcia que tenían dos niñas y yo creo que podría estar muy bien, porque a mí me gusta mucho enseñar", asegura, "pero se me escacharró el teléfono y tampoco tengo el de ellos".

Cuando se le pregunta qué busca con esta inciativa, Faustino es tajante: "Quiero ayudar a una familia con los 600 euros, que los necesitan. La catalana, por ejemplo, me dijo que no podían pagar la hipoteca y que no llegaban bien. Yo no tengo problemas en ayudar en esas situaciones. Si en el mundo supiéramos ayudarnos los unos a otros seguro que no estábamos así", lamenta el anciano.

Otra de las ofertas que le llegaron a Faustino y con la que está ilusionado fue la de una mujer de Madrid, "me vio por la tele y decía que me quería ayudar", asegura, y reconoce que tampoco se cierra a una relación. "Yo soy todo cariño y amor", dice animado.

Pese a que el principal motivo que mueve al anciano para buscar un hogar es el de tener compañía: "Tengo ganas de que alguien se preocupe por mí un poco", asegura, también su situación económica le preocupa. "Cuando murió mi madre tenía unos ahorrillos, pero de residencia en residencia se me ha ido acabando y con los 600 euros que me dan veo que llegará un momento en el que no pueda pagar ni el alquiler".

Si quieres hablar con Faustino: 645835949