Fidelity aboga por analizar el impacto de la demografía a la hora de invertir

Madrid, 18 feb.- Muchas estrategias de inversión se centran en las noticias a corto plazo y en las tendencias macroeconómicas que rigen el mercado, pero según la gestora Fidelity analizar el impacto de la demografía en el crecimiento estructural permitiría beneficiarse de rentabilidades "sólidas y crecientes".

Esta es la principal conclusión que se desprende de un estudio elaborado por la gestora de fondos, que defiende que "la Bolsa no es tan eficiente a la hora de reflejar las perspectivas de crecimiento estructural de ciertos sectores y empresas".

Por ello, el informe pone el foco sobre tres grandes tendencias demográficas que abren "interesantes oportunidades de inversión": el auge de las clases medias emergentes, el envejecimiento de la población y el crecimiento del número total de habitantes.

Según el documento, las clases medias ascenderán a 1.200 millones de personas en 2030, el 16 % de la población mundial, lo que supone más del doble que en la actualidad, y ello impulsará el consumo de bienes de primera necesidad, pero también de otros productos como electrónica, ropa y automóviles.

El margen de crecimiento en el consumo es amplio, mantiene el estudio, ya que las economías desarrolladas gastan 2.041 dólares per cápita en productos de primera necesidad, frente a 207 dólares del resto de la población mundial.

El informe asegura además que "el aumento de riqueza suele venir acompañado de estilos de vida sedentarios y menos saludables", lo que hará crecer el gasto en salud.

El sector sanitario también se verá beneficiado por el envejecimiento de la población, al elevarse la demanda de productos como los fármacos, los audífonos y los artículos ortopédicos, una tendencia de la que igualmente se aprovechará el sector financiero, "gracias a las personas interesadas en asegurar su jubilación".

Y es que, según los datos del estudio, se prevé que en 2045 el número de personas de 60 o más años supere a los menores de 16.

El informe también analiza el crecimiento de la población mundial, pues "se espera que el número de habitantes del planeta vuelva a duplicarse en 2050", por lo que será necesario "incrementar el rendimiento de las cosechas".

Asimismo, y "puesto que gran parte de la tierra cultivable en el mundo en vías de desarrollo es poco eficiente", es previsible "una sólida subida del uso de fertilizantes, semillas de alto rendimiento y equipos para la mecanización agrícola".