Freeman afirma que encarnar a Nelson Mandela es "el punto culminante" de su carrera

  • Madrid.- Morgan Freeman vive "el punto culminante" de su carrera con el estreno de "Invictus", cinta en la que encarna "a un amigo" a quien lleva años soñando interpretar, el Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela, quien es para el actor "un hombre cuyo carisma y humanidad son contagiosos".

Freeman afirma que encarnar a Nelson Mandela es "el punto culminante" de su carrera
Freeman afirma que encarnar a Nelson Mandela es "el punto culminante" de su carrera

Madrid.- Morgan Freeman vive "el punto culminante" de su carrera con el estreno de "Invictus", cinta en la que encarna "a un amigo" a quien lleva años soñando interpretar, el Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela, quien es para el actor "un hombre cuyo carisma y humanidad son contagiosos".

El estadounidense compró los derechos del libro de John Carlin, "El factor humano", cuando el texto era tan solo un borrador en la mesa de una editorial y llegó por casualidad a sus manos. Ahora se ha convertido en su nuevo proyecto común con el cineasta Clint Eastwood, que llega mañana a las salas españolas.

Freeman ha encarnado para Hollywood al presidente de los Estados Unidos, al jefe de la CIA e incluso a Dios, pero el papel que lleva años anhelando es el del político surafricano Nelson Mandela, un hombre "de un vigor y un dinamismo envidiables. Tiene algo que te hace sentir especial cuando estas a su lado", apuntó hoy en Madrid el actor a Efe.

"Mandela siempre quiso que yo le interpretara en el cine", explicó, "así que en nuestros encuentros observaba sus gestos, especialmente su mirada, su entonación y su sorprendente capacidad de escuchar por si algún día llegaba a ser él en pantalla".

Esta adaptación del libro de John Carlin se centra en los primeros meses de mandato de Nelson Mandela como presidente de Suráfrica, tras salir de la cárcel de máxima seguridad de Robben Island en la que había estado confinado durante 27 años.

La Copa del Mundo de rugby que acogió el país en 1995 fue el motivo perfecto para intentar unir a un pueblo que apenas sobrellevaba las heridas de un recién abolido apartheid -la separación racial que sufrió el país por parte de una minoría blanca durante buena parte del siglo XX-.

Mandela buscó a un aliado en el capitán de la selección, Francois Pienaar, al que da vida en la pantalla Matt Damon.

"Invictus" es un "ejemplo perfecto de cómo la épica sucede en la vida real de un modo mucho más perfecto de lo que el cine podrá hacerlo jamás -defiende Freeman-. Si un guionista hubiera planteado a un salvador como Mandela y una gesta como la de la selección de rugby surafricana todo el mundo hubiera pensado: 'Ah, ya está Hollywood con sus finales felices'".

La película, al igual que lo hizo Mandela, busca "ofrecer inspiración a la gente. Es una necesidad básica para el mundo en estos momentos", apunta Freeman, quien ya se puso ante la cámara de Clint Eastwood en "Sin perdón" (1992) y "Million Dollar Baby" (2004), por la que logró el Óscar al mejor actor secundario.

El héroe que actor y director conforman en "Invictus" es un hombre que cimenta su crecimiento personal en 27 años de encierro, el mismo hombre que, una vez llegado al poder, no conoce la palabra venganza y se obsesiona con enviar a su país un mensaje de reconciliación a través del deporte.

Esa inspiración tan necesaria para el intérprete estadounidense recae en el caso de su país en el presidente Barak Obama -asegura-, en quien sigue confiando un año después de su llegada al poder.

"No creo que nadie pueda evaluar su labor en tan poco tiempo. Heredó un país que se estaba desmoronando, donde la gente estaba perdiendo sus ilusiones y los ahorros de toda su vida. Y él no es un ser todopoderoso que pueda ejercer su voluntad de inmediato. Trabaja con mucha gente y sus propuestas dependen de mucha gente y necesitan tiempo", defiende Freeman.

Con "Invictus" ha logrado una nueva candidatura al Globo de Oro, al igual que su compañero de reparto Matt Damon y el propio Eastwood, aunque ninguno lo ha logrado.

Y es que "todo funcionó en este proyecto. La historia llegó cuando menos lo esperábamos, Clint aceptó dirigirla y el guión -firmado a medias entre el surafricano Anthony Peckham y el autor de la novela- era perfecto", celebra.

¿Una jugada del destino? "El destino es lo que ha ocurrido, nunca lo que va a ocurrir", afirma tajante.

Héctor Llanos Martínez

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