Funcionaria de Kentucky no impedirá que sus adjuntos casen gays

  • La funcionaria pública estadounidense que fue enviada a prisión porque se negaba a emitir licencias de bodas a parejas homosexuales dijo el lunes que no impedirá que sus adjuntos firmen este tipo de certificados, pero pidió que su nombre no figure en esos documentos.

Kim Davis volvió a trabajar este lunes en el condado de Rowan, Kentucky, luego de haber estado en prisión la semana pasada por desacato a la autoridad.

La cristiana devota de 49 años se negaba a emitir las licencias de bodas alegando que sus creencias religiosas la oponen al matrimonio gay, que es legal desde junio en todo Estados Unidos.

Davis dijo en una conferencia de prensa que sigue teniendo objeciones respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo, pero que no interferirá en la emisión de tales certificados por parte de sus adjuntos.

A su vez, llamó al gobernador de Kentucky a brindar soluciones para que quienes estén en desacuerdo con esta política no corran el riesgo de ir a la cárcel.

"Insto al gobernador (Steve) Bashear, al legislativo y a la Corte a intervenir", expresó la funcionaria.

"Ellos tienen la autorización y la autoridad para adaptar estas situaciones y no hay razón para que no lo hagan", añadió.

"¿El estado no es lo suficientemente grande, lo suficientemente amoroso y lo suficientemente tolerante como para encontrar una manera de adaptar mis convicciones religiosas?", preguntó.

"Si bien mi caso puede ser el más visible, hay otros millones en el sector privado y público que se enfrentan a esto y mantienen la misma postura", agregó.

Un juez federal ordenó el martes pasado la liberación de Davis tras pasar cinco días en prisión por negase a emitir las licencias matrimoniales, luego de que cinco de sus seis adjuntos "declararon bajo juramento que obedecerán la orden de la corte y emitirán certificados de matrimonio a todas las parejas legalmente aptas".

Davis recibió la orden de "no interferir de ninguna manera, directa o indirectamente" con la emisión de tales certificados, escribió el juez David Bunning, advirtiéndole que de no hacerlo sería sancionada.

Al negarse a emitir las licencias de matrimonio entre parejas del mismo sexo, Davis pasó de ser una simple funcionaria pública a una heroína para millones de estadounidenses que se oponen al matrimonio gay. Incluso fue alabada por varios de los precandidatos presidenciales del opositor Partido Republicano.

A fines de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el matrimonio entre homosexuales en todo el país, una decisión histórica y una victoria emblemática del presidente demócrata Barack Obama.

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