Atenas, 9 jun.- La organización anarquista griega "Conspiración de Núcleos del Fuego" se atribuyó hoy la responsabilidad por la bomba colocada el pasado viernes en los bajos del automóvil de la directora de la cárcel ateniense de Korydalo, que estalló sin causar víctimas, pero sí cuantiosos daños materiales.
En un mensaje difundido a través de la página de internet Indymedia, la organización explica que perpetró el ataque en "solidaridad con diez compañeros encarcelados".
Al mismo tiempo, el grupo, que asegura volver "tras casi dos años de silencio en territorio griego", dice que el ataque del viernes constituye "las primeras gotas antes de la tormenta".
La explosión se produjo a las 04.40 hora local (01.40 GMT) del viernes y estuvo precedida por dos avisos telefónicos a medios de comunicación.
En las citadas llamadas, que se produjeron veinte minutos antes, un desconocido alertó de que se iba a producir la explosión a la citada hora, lo que dio tiempo a la Policía para acordonar la zona y aislar el vehículo, que estalló puntualmente.
La deflagración causó numerosos destrozos en los edificios adyacentes y provocó un incendio que pudo ser sofocado inmediatamente, pero durante el que se eliminaron numerosas huellas por la espuma y el agua de los bomberos, como reconoció la Policía.
Las fuerzas de seguridad habían apuntado a un grupo anarquista como posible autor, por el hecho de que hubo un aviso previo, lo que apunta a que se quieren evitar víctimas, un procedimiento que no utilizan las mafias criminales.
"Conspiración de Núcleos de Fuego" perpetró desde 2008 hasta 2011 más de un centenar de atentados contra comisarías de policía, políticos, jueces y embajadas en Grecia.
La organización anarquista fue aparentemente desmantelada a comienzos de 2011, tras enviar una serie de cartas bomba a varias legaciones diplomáticas extranjeras en Grecia.
Sin embargo, a comienzos de este año estuvieron nuevamente en el punto de mira de las fuerzas de seguridad, tras una serie de ataques contra locales de partidos políticos y varios periodistas, contra un gran centro comercial en las afueras de Atenas, y finalmente contra la oficina del primer ministro, Andonis Samarás, en la sede de su partido, Nueva Democracia.
Algunos de estos ataques fueron reivindicados por otros grupos anarquistas hasta ahora desconocidos.
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