Guardia Civil advierte que la sequía en el sureste puede complicar el verano

Madrid, 21 may.- La sequía meteorológica que afecta al sureste peninsular puede complicar la campaña contra el fuego en esta zona durante el verano, ha declarado a EFE el capitán del Seprona Salvador Ortega, que califica de "normal" el comportamiento de los incendios en lo que va de año en el territorio nacional.

En 2014, el problema puede derivarse de un fuego en el sureste, porque "posiblemente se transforme en un gran incendio, lo que tiene importantes afecciones de seguridad ciudadana".

A pesar de que entre enero y abril de 2014 se ha doblado el número de hectáreas forestales quemadas respecto a 2013, el capitán de la Guardia Civil explica que no es una cifra "relevante", pues la comparación se hace con un ejercicio que fue "extraordinariamente bueno" en cuanto a incendios forestales se refiere.

El portavoz del Seprona, cuyo cuerpo acaba de recibir el Premio de la Fundación Mapfre 2013 por su gestión medioambiental, ha alertado de que si no llueve en las dos o tres próximas semanas "se presenta un verano en alerta, ya desde el primer momento".

El año pasado, los terrenos aún estaban húmedos en junio gracias a las abundantes lluvias caídas y se retrasó el periodo de máximo riesgo por incendios, por lo que la campaña de lucha contra el fuego también se acortó y hubo menos grandes incendios, ha recordado.

A comienzo del próximo mes de junio, la Guardia Civil activará su campaña estival contra el fuego, una fecha similar a la que determinan cada año las comunidades autónomas.

El capitán del Seprona, ingeniero de montes, ha advertido de que el riesgo cero no existe, aún habiendo realizado un intenso y eficaz trabajo de prevención antes del verano, "porque tenemos incendiarios que les da todo igual, aunque sean pocos en número, y también están fuera de control los fuegos que se declaran por causa natural".

Por otro lado, ha valorado la revisión y modificación de la directriz de protección civil sobre emergencias de incendios forestales y el plan estatal que deriva de la misma, ya que ambos instrumentos databan de los años 90 y ya no se adecuaban a la realidad del día a día.

Entre otras novedades incorpora una clasificación en cuatro grados en función de la gravedad del fuego y mejora la coordinación entre los distintos cuerpos y administraciones implicadas en este ámbito.