Héctor Alterio dice no temer a la muerte, pero sí a dejar de ser independiente

Valencia.- El actor argentino Héctor Alterio ha contado hoy que no le preocupa "nada" la muerte, aunque sí le inquieta notablemente que un día su cuerpo y su cerebro dejen de funcionar, y que entonces ya no dependa de sí mismo para poder trabajar y expresarse.

Así lo ha dicho en el teatro Olympia de Valencia, donde ha comparecido junto a José Sacristán para presentar la obra "Dos menos", un "divertido" camino hacia la muerte de "dos pobres diablos" a los que les queda poco tiempo y que, lejos de discursos metafísicos, rememoran los sentimientos "más preciados" del ser humano.

"La muerte en sí no me preocupa absolutamente nada. Me quedaré dormido y no despertaré, ya está. Pero si hay algo que me inquiete es tener la desgracia de no poder ser independiente", ha reconocido al ser preguntado al respecto.

"Lo que temo es que un día no me funcione el cuerpo ni el cerebro y que ya no dependa de mí mismo; que no pueda funcionar como estoy funcionando, que no pueda trabajar, que no pueda relacionarme, ir en silla de ruedas y no poder expresarme", ha señalado.

Lo "más inteligente", según ha añadido Sacristán, es "reirse" de la muerte, algo que ha hecho el hombre "a lo largo de la historia de la literatura", porque "el sentido del humor es de las cosas más sublimes de las que dispone el ser humano".

Mientras que "los brazos y las piernas" funcionen, el actor argentino seguirá transformando su alegría en "una fiesta de trabajo", e intentará renovar su compromiso con el público para que obras como ésta -que lleva cerca de 400 representaciones entre Buenos Aires y Madrid- se conviertan en "un estreno permanente".

"El mundo vive una situación muy especial y nosotros tenemos la suerte de disfrutar de nuestro trabajo. Es un entretenimiento y un disfrute que comienza antes de que se levante el telón y que termina en misión cumplida", ha concluido.

En esta renovación permanente de su compromiso hacia los espectadores, ambos actores tratan en cada función de "aparcar" su experiencia profesional, que es la "enemiga mortal de la creatividad", según ha dicho Sacristán.

"Con el paso del tiempo, los actores aseguran una serie de técnicas y disciplinas, pero pobre de aquel que confíe únicamente en estos elementos y piense que ya lo tiene todo, porque se vuelve completamente previsible", ha señalado el actor español, quien trabajó por primera vez con Alterio en 1977, en el rodaje de la "Asignatura pendiente" de José Luis Garci.