Reconstruir casi cinco horas y rastrear 6.000 metros cuadrados, esa ha sido la obsesión de la policía durante estos once meses en los que han tratado de dilucidar qué hizo José Bretón, padre de Ruth y José, entre las 14.30 y las 18.18 el 8 de octubre, día de la desaparición de sus hijos, en la finca de Las Quemadillas.
A las 18.41, Bretón se ponía en contacto con los servicios de emergencia. A partir de ese momento daba comienzo una larga investigación con varios recovecos que trataba de resolver una pregunta: ¿Qué sucedió desde que Bretón recogió a los niños en casa de su hermana hasta que se puso en contacto con emergencias?
La versión del padre no ayudaba. La Policía encontró varias contradicciones en su relato que llevaron a su detención veinte días después de la desaparición de los pequeños. Bretón sostenía y sostiene que los niños se encontraban jugando en el Parde de la Cruz Conde, en Córdoba, cuando se esfumaron sin dejar rastro.
El padre asegura que tras haberlos recogido en casa de su hermana los traslada a la finca de Las Quemadillas donde mientras los niños comen una pizza, él aprovecha para quemar recuerdos de su convivencia con su mujer. Según su relato, cuando los niños despiertan de la siesta los lleva a jugar al parque. A los pocos minutos los pierde de vista y a las 18.41 decide denunciar la desaparición por teléfono.
Sin embargo, la investigación poco a poco fue deshojando ese argumento. En los vídeos de las cámaras de seguridad del parque nunca se hallaron ni rastro de los dos niños y ningún testigo fue capaz de apoyar la versión de Bretón.
La reconstrucción
La investigación de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) se centraron en las horas en las que José Bretón, principal sospechoso, estuvo solo con sus hijos desde el momento en que efectivamente los recogió en casa de su hermana, sobre las 13 horas, hasta que denunció que los había perdido, a las 18.41 horas.
Según el auto redactado por el juez, José Luis Rodríguez Lainz, Bretón llegó a la finca de las Quemadillas a las 13,46 horas del 8 de octubre acompañado por sus dos hijos y no salió hasta las 17,30 horas. Previamente, de casa de su hermana a la finca, había hecho una breve visita de cuatro minutos a casa de los abuelos paternos. Fue la última vez que se veía a los niños.
En el camino Bretón desconecta el servicio de localización de su móvil y llama a su esposa pero ésta no responde. Entre las 13.48 y 17.30 no hay constancia de que saliera con su coche de la parcela.
Las investigaciones determinaron además que el padre de Ruth y José había encendido una hoguera, aunque en el auto de febrero el juez aseguraba que la historia de Bretón no cuadraba. Según los datos facilitados por la Agencia de Medio Ambiente, en el contexto del desarrollo del Plan Infoca, demostraban que la primera referencia visual del fuego se tuvo a las 17.07 horas. Sin embargo, Bretón había afirmado en su declaración que había estado recogiendo cosas y alimentando el fuego desde que había llegado a casa. De este modo, según el juez, había tratado de "llenar de contenido las casi tres horas y media que estuvo en la finca".
Asimismo, el juez se preguntó por qué quema los objetos de su mujer si, tal y como se recoge en las cámaras de seguridad, a las 17.30 Bretón sale de Las Quemadillas en dirección Parque Cruz Conde. En el trayecto se observa como arroja dos bolsas de basura a dos contenedores.
En las imágenes registradas los dos niños no aparecen en los asientos del coche de Bretón. Hasta ahora una de las principales dudas a las que se enfrentaban los investigadores era saber qué había hecho Bretón en el lapso de 10 minutos que separaban su salida de la finca hasta que es captado por las cámaras arrojando una bolsa al contenedor.
Según el auto del juez instructor del caso el padre había tenido "un margen de aproximadamente diez minutos para alcanzar un punto previamente seleccionado y preparado para ocultar a sus hijos, en un radio de acción de cuatro minutos, o bien para realizar una operación de trasvase de sus dos hijos desde su vehículo hasta el vehículo de una tercera persona que se los podría haber llevado sin ningún tipo de problema ni impedimento".
La escasez del tiempo con el que había contado Bretón era precisamente la que llevaba a la policía a continuar buscando en la finca familiar alguna pista que llevase a los dos pequeños.
A las 18.08 el móvil de Bretón registra que éste se pone en contacto con su hermano por mensaje. En el mismo explica que está en su coche con sus hijos en la avenida Pintor Espinosa, junto al parque Cruz Conde. A las 18.18 le llama para decirle que está cerca la Ciudad de los Niños y que ha perdido a Ruth y José. A las 18.41, Bretón se pone en contacto con el servicio de emergencias.
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