Una turba incendia una mezquita en el norte de Birmania, desplazando a 30 familias

EUROPA PRESS

Residentes de la ciudad citados por el diario han asegurado que la comunidad musulmana habían recibido un ultimátum por parte de nacionalistas budistas sobre la futura demolición de parte de la mezquita, alegando que su ampliación era ilegal.

Así, han agregado que la citada estructura era un almacén abandonado, que fue desmantelado por los musulmanes, si bien los budistas reclamaron entonces la demolición del edificio.

"La comunidad musulmana se negó a demolerlo. Su líder religioso dijo que únicamente lo harían si el Gobierno lo declaraba ilegal, por lo que la turba fue y lo incendió", han relatado estas fuentes.

El incidente ha tenido lugar poco más de una semana después de que una manifestación anti musulmana derivara en la destrucción de una mezquita y un cementerio musulmán en la localidad de Thuye Thamain.

LA ONU PIDE QUE SE FRENE LA VIOLENCIA RELIGIOSA

Una relatora de la ONU por los Derechos Humanos reclamó el viernes al Gobierno de Birmania, liderado por el partido de la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, a que investigue y actúe frente a la violencia religiosa en el país.

La relatora, Yanghee Lee, ha mostrado su preocupación por la falta de voluntad del Gobierno de no investigar la destrucción de la mezquita y el cementerio musulmán de Thuye Thamain.

"Esta es precisamente una mala señal. El Gobierno tiene que demostrar que en Birmania no hay espacio para instigar a la violencia o llevar a cabo actos violentos contra minorías étnicas o religiosas", declaró.

"Es vital que el Gobierno actúe, lo que incluye llevar a cabo una investigación y hacer que los responsables rindan cuentas", añadió, mostrando también su preocupación por los incidentes generalizados de discurso del odio, discriminación, violencia e intolerancia religiosa.

Las tensiones religiosas se fueron acumulando en la sociedad birmana a lo largo del Gobierno militar y estallaron en 2012 con los enfrentamientos entre los musulmanes rohingya y los budistas. En 2013 y 2014 se produjeron nuevos enfrentamientos entre los seguidores de ambas religiones.

LA SITUACIÓN DE LOS ROHINGYA

El Gobierno de Birmania ha prohibido a sus funcionarios utilizar el término 'rohingya', reclamando que se refieran a los miembros de esta minoría musulmana como "comunidad musulmana del estado de Rajine".

La decisión del Gobierno de la LND parece un punto medio entre las peticiones de los nacionalistas birmanos, que rechazan el término 'rohingya' y se refieren a esta comunidad como 'bengalíes' --apuntando a que son inmigrantes ilegales de Bangladesh-- y las críticas de la comunidad internacional y ONG para que identifique a la comunidad por su nombre.

Los rohingya han sido continuamente difamados en Birmania, donde son vistos como inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh, incluso por varios miembros del partido de Suu Kyi.

Birmania siempre ha negado la discriminación contra los más de un millón de personas pertenecientes a la etnia, la mayoría de los cuales vive en condiciones similares a un régimen de apartheid.

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