Entre las principales conclusiones, el documento destaca que el volumen de deberes en 2º de la ESO es coherente con la legislación y las orientaciones elaboradas por las administraciones educativas de diferentes países. No obstante, en el caso de 4º de Primaria, la cantidad de tareas supera las recomendaciones, que establecen unos 40 minutos diarios como el tiempo adecuado para el alumnado de nueve años.
En el análisis de la relación entre el tiempo dedicado a los deberes y los resultados alcanzados en las evaluaciones de diagnóstico llevadas a cabo en Asturias, se observa una tendencia parabólica. Es decir, existe un intervalo óptimo de dedicación a los deberes y, una vez superado, el rendimiento tiende a disminuir.
Según las estimaciones de la consejería, ese plazo de máxima eficiencia, el que conjuga mejor el esfuerzo individual con unos resultados satisfactorios, se sitúa en torno a los 40 minutos diarios en 4º de Primaria y entre 60 y 70 minutos en 2º de la ESO.
Por otra parte, la relación entre el volumen de deberes y los resultados obtenidos en las pruebas de evaluación de diagnóstico depende de la edad del alumnado. En Educación Primaria, y una vez descontado el efecto de los conocimientos previos, la historia escolar y otros factores sociológicos, apenas se han encontrado diferencias en el rendimiento de las aulas según la cantidad de deberes asignados. En Educación Secundaria Obligatoria, las diferencias son mayores.
El informe, publicado en el portal www.educastur.es, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre los deberes escolares, que son un potente instrumento para la mejora de la calidad educativa, pero que al tiempo tienen un efecto limitado en cuanto a la mejora del rendimiento académico individual del alumnado.
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