John Carlin: "Pistorius tiene muchas caras y todas las lleva al límite"

    • John Carlin publica 'Pistorius, la sombra de la verdad', la historia que recrea la caída del atleta paralímpico Óscar Pistorius después de que disparara contra su novia, Reeva Steenkamp.
Portada de Pistorius, la sombra de la verdad (Planeta)
Portada de Pistorius, la sombra de la verdad (Planeta)

John Carlin, autor de El actor humano, Rafay La Sonrisa de Mandela, entre otros, traza el perfil más íntimo de Oscar Pistoriurs, un icono mundial caído en desgracia tras ser acusado de matar a su novia, Reeva Steenkamps. De la noche a la mañana la vida del atleta cambia radicalmente. De héroe a villano. En el libro Pistorius, la sombra de la verdad (Planeta) describe la vida del pequeño Pistorius, un niño sin piernas que se propuso competir en los Juegos Olímpicos, contra los mejores corredores del mundo. En las 379 páginas, el periodista y escritor John Carlin presenta a Pistorius como un ser humano y no como el monstruo que muchos vieron tras el asesinato de su novia.

-¿Qué cree que pasó por la cabeza de Oscar Pistorius cuando apretó el gatillo?

Esa es la pregunta del millón y quizás, la única pregunta para la que no tengo respuesta. Al principio, cuando esto ocurrió, mi reacción fue como la de millones de personas por el mundo. Pensé que obviamente mató a su novia. Pero al conocer al personaje, informarme de lo que pasó esa noche y acudir al juicio he llegado a la conclusión de que yo, honestamente, no puedo hacer una afirmación categórica sobre lo que pasó esa noche. La única persona que lo sabe es Pistorius e incluso, quizás ni él lo tenga tan claro.

-Habla en su artículo de El País de las cinco o seis caras de Pistorius ¿cuáles son?

Es un personaje que lleva todo al límite. Todas sus caras son extremas. Son facetas humanas que todos tenemos pero él las lleva siempre al extremo. Tiene una extraordinaria persistencia. Ambición. Determinación. Por un lado, le amputan las piernas con once meses y por otro, con 25, corre en los Juegos Olímpicos de Londres contra los hombres más rápidos del mundo. La otra cara de la moneda, es que es una persona muy vulnerable, muy miedosa. Por otro lado, constaté que Pistorius es una persona muy generosa, muy amable hacia los demás, hacia el prójimo. Por otro lado, es extremadamente egocéntrico. También es una persona muy cortés en el trato. Te quedas asombrado ante su gentileza y dulzura. Pero también es una persona con una rabia totalmente desproporcionada que sale de la nada. Todos estos rasgos, los lleva al límite.

-¿Cómo fue el encuentro que mantuvo con el atleta para la redacción del libro?

Me llamó la atención su cortesía, sus buenos modales. Después se sentó conmigo en una habitación, con su tía y una prima. Estaba completamente destrozado. Era como un niño pequeño desamparado. Se echó sobre el hombro de su tía mientras hablaba. Poco a poco, cogió confianza conmigo y fuimos a comer. Intentamos hablar como dos personas normales. Hablamos de fútbol, deportes, España, pero de repente, en medio de la conversación, una sombra cayó sobre él. Su mirada se transformó. Estaba perdida y entendió que había matado a su novia, que le esperaba el juicio y la cárcel. Me llevó a la vivienda de su tío, en la que vivió los 18 meses posteriores a la muerte de Reeva y en concreto a un piso que tenía dentro de la cara. Me llamó poderosamente la atención que de la pared colgaba una foto de su novia, a la que había matado. Me dieron escalofríos. En el interior tenía muchas fotos de los dos juntos. Daba la sensación de que estaba absolutamente convencido de que esa mujer había sido el amor de su vida. Ahora que estaba muerta, en su mente, la convertía en perfecta, en su mujer ideal.

-Su madre Sheila Pistorius jugó un papel fundamental en la vida Pistorius, ¿qué hubiera pensado ella sobre el trágico suceso que ha cambiado la vida del atleta?

Creo que si ella hubiera vivido, esto no hubiera pasado. Su madre murió cuando él tenía 15 años. Su padre desaparece cuando él tenía 6 años. Por lo que con 15 años, no tiene nadie que le ponga los pies en el suelo. Con 17 años gana una medalla de oro en Atenas y se convierte en famoso y gana mucho dinero. Es el típico ejemplo del deportista al que la fama, el éxito y el dinero le devoran. Si su madre hubiera estado ahí, le hubiera bajado los humos y seguramente esto no hubiera ocurrido. Respecto al caso, su madre hubiera estado destrozado, más incluso que él y le hubiera apoyado. Ahora, ese apoyo lo ha encontrado en su hermana menor.

-Cuenta en el libro que Pistorius tenía miedo por la noche por si entraba un intruso ya que de pequeño vivió momentos en los que tuvo que esconderse por ello ¿cree que Pistorius disparó pensando que había un ladrón?

Lo que está claro es que, en un país en el que hay mucha criminalidad y donde ser paranoico es casi normal, Pistorius era más paranoico que los demás. Sentía un gran miedo y una gran vulnerabilidad. La disposición paranoica en su mente fue una conducta que aprendió de su madre. Cuando sus padres se separaron se mudaron a un barrio más pobre y su madre vivía asustadiza. Si oía un ruido les despertaba por la noche. Ella, dormía con una pistola debajo de la almohada y obviamente se lo contagió a su hijo.

-¿En algún momento tuvo miedo de que la gente pensara que usted se inclinaba a un lado de la balanza?

En el libro hay mucho ejemplos y anécdotas de una persona que sucumbe una rabia terrible, totalmente desproporcionada. Es un fanático de la pistola y que conducía a unas velocidades absurdas. He intentado hacer un libro imparcial. Aunque si la gente parte de la premisa de que es un monstruo pensarán que yo me inclino por un lado o por otro. Dejo muy claro en el libro que no sé lo que pasó esa noche y que estoy dispuesto a creerme ambas versiones, la suya del intruso y la versión del fiscal, que él mató a su novia intencionadamente. Ambas son historias inverosímiles. Yo no me inclino ni por una ni por otra. Lo que yo he hecho es un retrato de un ser humano y no de un monstruo.

-La jueza Masipa es la segunda mujer negra que se convierte en jueza en Sudáfrica, con mano dura y defensora de los derechos de la mujer ¿le sorprendió el veredicto? ¿Qué le parecieron las críticas que recibió posteriormente?

No me sorprendió el veredicto. El fiscal no aportó las pruebas necesarias para condenarlo. Ningún juez hubiera llegado a la conclusión de que le mató en base a las pruebas que presentó el fiscal. Creo que poca gente duda de la juez, en ese sentido. La duda es si cuando disparó las cuatro balas tenía intención de matar a un ser humano o si fue una reacción de pánico. La juez se decantó por la segunda versión, homicidio involuntario. Es tan complicado meterse en la cabeza de una persona durante esos cuatro segundos. Este caso demuestra los límites de la ley. Ningún juez podrá afirmar de manera contundente y determinante lo que estaba pensado Pistorius. El fiscal va a recurrir y es posible que otro tribunal cambie su sentencia a homicidio voluntario, pero seguirá la duda y la controversia.

-¿Cree que si no hubiera sido un personaje histórico en su país la sentencia hubiera sido igual?

En base a las pruebas que presentó el fiscal, es imposible que se condene intencionalmente a esta persona. Es cierto que Pistortius tenía dinero para contratar a un equipo de abogados defensores de más alto nivel. Ahí, tuvo una cierta ventaja. Por otro lado, el fiscal también gastó mucho dinero para acumular pruebas contra él. Si hubiese sido una persona pobre, sin acceso a ese nivel de abogados, es posible que el resultado hubiera sido diferente. Pero el tema de su raza no influyó. Hubo gente que apuntó a un caso de discriminación racial, cuando la juez es una mujer negra cuyo curriculum demuestra que ha dado una condena muy dura a hombres que han asesinado y violado a mujeres. Además, es una mujer que ha vivido bajo la injusitica del apartheid. Decir que hay un factor de discriminación racial en la condena es una mentira colosal.

¿Es igual la justicia para todos?

No, es una limitación que tiene el poder judicial en todos los países. Pero, la evidencia que aportó el fiscal no apoyó la tesis de que él mató a Reeva.

-¿Le sorprendió la falta de reacción de Pistorius al conocer su condena?

Hablé con él después de la sentencia y sintió un enorme alivio. Las primeras palabras que dirigió a su abogado fue "no me importa cuál va a ser la sentencia, lo importantes es que no se me ha condenado como asesino, yo no soy un asesino." Para él, que la juez aceptara su versión de que pensaba que era un intruso fue un enorme alivio y representó la gran victoria de su vida, más que la medalla de oro en los Juegos de Atenas.

-¿Ha hablado usted con la familia de la novia? ¿Le han comentado algo respecto al libro?

Lo intenté pero querían mucho dinero. Las únicas entrevistas que dieron hasta el final del juicio fueron a cambio de dinero. Por sentarme con ellos un par de horas, me pidieron 40.000 euros. Hubo revistas y periódicos que pagaron lo que pedían. Eran muy pobres. Ahora están muy bien de dinero porque han cobrado por muchas entrevistas.

-La próxima semana se cumple el primer aniversario de la muerte de Mandela, ¿Qué cree que hubiera pensado él de este caso y la condena?

Mandela fue abogado defensor antes de entrar en la cárcel. Mandela tenía un gran respeto por la ley. No sé que hubiera pensado en privado pero públicamente hubiera dicho que respetaba el veredicto de la juez.

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