La Academia de Cine premia la postproducción española de "Tintin" y "Pina"

Madrid, 26 mar.- La Academia de Cine español entregará el premio Segundo de Chomón a SGO, la empresa artífice del software de postproducción bautizado con el nombre de "Mistika", el cual fue utilizado en las películas "Tintin" y "Pina", y que también se aplicará en los dos filmes de "El Hobbit".

Este galardón, que en ocasiones anteriores recayó en los hermanos Alfredo y Andrés Vallés, Juan Mariné, Emilio Ruiz del Río o la familia Valero; premia a empresas o personas cuyas aportaciones técnicas contribuyen al desarrollo de la industria cinematográfica, según una nota la Academia de Cine.

"Mistika" permite analizar la imagen durante el rodaje y comprobar si la estereoscopía, cualquiera de las técnicas capaces de recoger información visual tridimensional, es adecuada; si los efectos van a funcionar.

También sirve para "integrar todos los efectos especiales con el montaje del filme y hacer la corrección final de color y ajuste estereoscópico fino para conseguir un acabado perfecto", según el director de la compañía, Miguel Ángel Doncel, quien lamenta que las empresas de tecnología sean las "grandes desconocidas".

Convencido de que una estereoscopía bien hecha hace que "ver una película se convierta en vivirla", este informático amante de los gráficos por ordenador asegura que su técnica "se basa en engañar al cerebro para presentarle imágenes como las veríamos en realidad".

Las dos películas de "El Hobbit", que Peter Jackson rueda en Nueva Zelanda, serán las próximas pruebas de fuego para un software capaz de evitar el cansancio visual, el dolor de cabeza o incluso el mareo que producen los procesos de postproducción deficientes.

Su empresa creadora, SGO, que el año pasado ganó el Premio Especial del IBC por su trabajo en "Volando entre dinosaurios 3D", recibirá esta distinción en abril en la sede de la Academia.

El turolense Segundo de Chomón (Teruel 1871 - París 1929) fue uno de los grandes pioneros del cine fantástico y de animación. Sus numerosos trucajes e ilusiones ópticas sedujeron al cineasta francés Georges Méliès, a cuyas órdenes trabajo durante buena parte de su vida.