La Comisión de Accidentes Marítimos pide más seguridad para barcos turísticos

  • La Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) ha recomendado a la Dirección General de Marina Mercante una revisión de la normativa aplicable a los barcos de recreo destinados a excursiones turísticas que aumente sus niveles de seguridad.

Las Palmas de Gran Canaria, 27 ago.- La Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) ha recomendado a la Dirección General de Marina Mercante una revisión de la normativa aplicable a los barcos de recreo destinados a excursiones turísticas que aumente sus niveles de seguridad.

La CIAIM hace estas recomendaciones en su informe sobre el accidente sufrido el 14 de octubre de 2011 al sur de Gran Canaria por el "Liberty III", que se hundió con 27 personas a bordo tras sufrir un incendio en una excursión para avistar delfines.

Ninguno de los 25 pasajeros del "Liberty III", ni sus dos tripulantes, sufrió daño alguno en el naufragio, ya que fueron socorridos a los 20 minutos por otras dos embarcaciones, pero el suceso ha llevado a la CIAIM a hacer algunas reflexiones sobre la normativa aplicable a este tipo de excursiones marítimas.

El informe detecta dos incumplimientos de la normativa en el "Liberty III": se alejó de la costa más de lo autorizado en su licencia y se le había otorgado el Certificado de Seguridad Radioléctrica a pesar de que cuando pasó la inspección reglamentaria siete meses antes del accidente se descubrió que carecía de una fuente de alimentación de emergencia para los equipos de radio.

De hecho, esa circunstancia influyó luego en las dificultades que tuvo el patrón del "Liberty" para pedir auxilio cuando vio que era necesario abandonar el barco, pero se encontró con que la radio VHF no funcionaba por falta de electricidad.

La CIAIM detecta en este accidente de Gran Canaria una serie de "inconsistencias" en los reglamentos que le llevan a recomendar una revisión de la normativa aplicable a las embarcaciones de recreo destinadas a transportar pasajeros en excursiones turísticas.

Este tipo de embarcaciones, dice, están diseñadas y construidas en muchos casos como barcos de recreo, no como barcos de pasajeros, "haciendo difícil en la práctica que le puedan ser aplicables las medidas de seguridad reglamentarias como buques de pasaje".

"La ausencia de una regulación específica hace que las Capitanías Marítimas se encuentren con dificultades para fijar el estándar de seguridad exigible a estas embarcaciones", añade.

Por ello, la Comisión recomienda que se establezca un régimen específico de seguridad aplicable a las embarcaciones de recreo utilizadas para excursiones turísticas, que obligue a contar con sistemas de detección de incendios en espacios de máquinas, con sistemas de corte de combustible, con sistemas contraincendios que permitan atajar un fuego en la sala de máquinas sin abrir puertas o escotillas y con fuentes de energía de emergencia de reserva.

También aconseja que se exija a los tripulantes de este tipo de barcos contar con el certificado básico de buques de pasaje y que sea obligatorio que, antes de iniciar la excursión, informen al pasaje sobre la ubicación y utilización de los chalecos salvavidas.

En el caso del "Liberty III", se ha constatado que, una vez declarado el fuego, se informó a los pasajeros sobre el lugar donde se encontraban los chalecos, pero la mayoría no los utilizó.

La CIAIM subraya el hecho de que, en este accidente ocurrido frente a la costa de Mogán, "los pasajeros no recibieron ningún tipo de información de seguridad antes de la navegación".

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