La Comunidad de Madrid reubica el azulejo a Nicanor Villalta en Las Ventas

  • La Comunidad de Madrid, a través de su Centro de Asuntos Taurinos, ha reubicado hoy el azulejo que homenajea a la figura del matador de toros aragonés Nicanor Villalta en la plaza de toros de Las Ventas, y que fue retirado temporalmente antes de la Feria de San Isidro para su restauración.

Madrid, 20 jul.- La Comunidad de Madrid, a través de su Centro de Asuntos Taurinos, ha reubicado hoy el azulejo que homenajea a la figura del matador de toros aragonés Nicanor Villalta en la plaza de toros de Las Ventas, y que fue retirado temporalmente antes de la Feria de San Isidro para su restauración.

Este nuevo azulejo que recuerda a uno de los toreros más queridos por la afición madrileña de la segunda y tercera década del siglo XX, se adapta a la estética de los ya existentes en las galerías de la Monumental madrileña, y que evocan a numerosas e importantes figuras del toreo de todos los tiempos.

También ha cambiado su lugar de emplazamiento, al trasladarse de su ubicación inicial junto a la puerta de arrastre a los aledaños de la Puerta Grande, donde se hallan mosaicos dedicados a toreros contemporáneos a Villalta como Domingo Ortega, Marcial Lalanda y, aunque un poco más avanzado en el tiempo, Antonio Bienvenida.

En la nueva leyenda que puede observarse en el azulejo se corrige, asimismo, algunos errores que habían en la anterior, en la que se recogía que Villalta fue el torero que más trofeos había cortado en la historia de la Feria de Madrid, cuando ésta se inauguró en 1947 y el maestro de Cretas (Teruel) se retiró de los ruedos en 1943.

Por este motivo el nuevo epígrafe reconoce los 56 trofeos que cortó Villalta entre la antigua plaza de toros de la Carretera de Aragón (47) y la actual Monumental de Las Ventas (9), con un total de cinco Puertas Grandes.

La nieta de Villalta, la periodista Almudena Villalta, aseguró en el acto celebrado hoy en Las Ventas con el que se descubrió este nuevo mosaico a su abuelo, que "siempre" estará orgullosa de haber formado parte de la vida familiar de un hombre "bueno", del que ha heredado valores como "la honradez, la sensibilidad y la humanidad".

También confesó que "nunca" dudó de las intenciones de la Comunidad de Madrid, después de las numerosas críticas y la polémica suscitada a la raíz de la retirada del azulejo anterior de su abuelo, justo en el mismo sitio donde el pasado mes de mayo se descubrió uno nuevo en homenaje a Manuel Benítez "El Cordobés".

"Yo fui a la fuente, a la Comunidad de Madrid, para informarme si era verdad los rumores de que habían quitado a mi abuelo para poner a otro torero, y enseguida me dieron todas las explicaciones y me prometieron que el azulejo se estaba restaurando y que volvería a ser colocado en un lugar mejor dentro de Las Ventas, y puedo asegurar que han cumplido de sobra con su palabra", dijo.

En este sentido, intervino también el director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Carlos Abella, quien, tras mostrar su "respeto" a la figura de Villalta, aseguró que "por fin se puede dar carpetazo a este malentendido con el que algunos malpensados han querido atacar, sin informarse lo más mínimo, a mi persona y a todos los que formamos el Centro de Asuntos Taurinos".

Como colofón al acto tomó la palabra Antonio Álvarez Barrios, abogado, periodista, antiguo monosabio de la plaza de Madrid y amigo de Villalta, quien desglosó su lado humano, haciendo también algunos apuntes históricos sobre su vida.

"Nicanor fue un grandísimo torero, sobre todo manejando la mano derecha y, aún más, interpretando la suerte de matar; pero fue también un gran hombre que, antes ser inspiración del gran Hemingway -uno de sus hijos se llamó John Hadley Nicanor-, fue un tremendo luchador, llegando a trabajar, por ejemplo, como peón de obra en el malecón de la Habana (Cuba)", concluyó Álvarez Barrios.

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