Washington, 28 may.- El Tribunal Supremo de EE.UU. rechazó hoy considerar si el estado de Indiana puede evitar que una organización no lucrativa, la mayor ejecutora de abortos en el país, reciba fondos federales por los servicios médicos que ofrece a las personas de bajos ingresos.
Los partidarios de la ley que planteaba el estado de Indiana, bloqueada por un tribunal de apelaciones, pretendían prohibir cualquier financiación pública de los programas médicos a la organización Planned Parenthood, incluyendo casos de cáncer o detección del VIH, debido a que el grupo también ofrece servicios de aborto.
Bajo la ley federal y estatal vigente, ningún fondo gubernamental puede ser utilizado para financiar abortos, pero la ley de Indiana pretendía ir más allá al argumentar que los fondos podían proveer para otros servicios y luego ser utilizados para prácticas abortivas.
Un tribunal federal de apelaciones de Chicago dictaminó en octubre que la prohibición de Indiana de suprimir los fondos del programa para personas con bajos recursos, conocido como Medicaid, no estaba justificada, ya que no se relaciona con la capacidad de Planned Parenthood para prestar servicios médicos.
Sin embargo, el tribunal de apelaciones también respaldó la prohibición de dar subvenciones federales para prácticas abortivas.
El fiscal general de Indiana, el republicano Gregory Zoeller, presentó entonces el caso para que fuera revisado por el máximo tribunal.
Planned Parenthood es el mayor proveedor de abortos en el país, llevando a cabo una cuarta parte de las prácticas abortivas que se ejecutan en Estados Unidos.
Estados Unidos reconoce el derecho al aborto desde 1973, pero el Tribunal Supremo se ha tenido que enfrentar en varias ocasiones a revisar la legislación.
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