La culpa fue de Shakespeare

  • Parece ser que a finales del siglo XIX, un grupo de admiradores de William Shakespeare introdujo en Central Park una bandada de pájaros estorninos, en un intento de llevar a Nueva York las aves mencionadas por este escritor británico en su obra "Enrique IV".

Pilar González

Madrid, 1 jul.- Parece ser que a finales del siglo XIX, un grupo de admiradores de William Shakespeare introdujo en Central Park una bandada de pájaros estorninos, en un intento de llevar a Nueva York las aves mencionadas por este escritor británico en su obra "Enrique IV".

Lo que los fans de Shakespeare provocaron, sin saberlo, fue una invasión de una especie exótica que difícilmente hubiera podido llegar a este país por sus propios medios.

Así lo ha relatado a Efeverde el Grupo Especialista en Invasiones Biológicas (GEIB), una organización independiente de ámbito nacional que desarrolla proyectos propios y provee asistencia técnica y servicios de consultoría en el campo de las invasiones biológicas.

Comercio, transporte, y turismo, y detrás de todos ellos la mano caprichosa del hombre, constituyen hoy los tres principales factores del movimiento de especies por el mundo.

Algunas de estas especies que viajan sin haberlo pedido se convertirán en invasoras y causaran daños ecológicos, agrícolas, económicos e incluso sanitarios en el país al que llegan, como es el caso en España del mejillón cebra, el siluro, el mosquito tigre o el temido caracol manzana.

El intento fracasado de cría para fines alimenticios en Asia con este último animal, muy usado en acuariofilia por su belleza y tamaño, es el origen de lo que hoy se ha convertido en una auténtica plaga en casi todo el mundo.

Este animalillo nativo de Sudamérica cuya concha puede alcanzar un tamaño de hasta 10 centímetros, es según fuentes del GEIB extremadamente dañino para los cultivos de arroz.

Desde la perspectiva medioambiental destruye la población acuática autóctona y desde la sanitaria, como huésped intermedio del gusano redondo Angiostrongylus Catonensis, es una agente capaz de causar meningitis en los humanos.

La prohibición de su comercio se ha aplicado en España, donde su presencia ha sido descubierta en el Delta del Ebro entre los municipios de L'Aldea y Camarles.

Detrás del comercio de mascotas, escapes y sueltas por parte de particulares, está la llegada del mapache a Europa y recientemente a a la capital española.

Originario del Norte de América, este carnívoro de tamaño medio, puede reducir, depredando, especies de aves y anfibios, y transmitir al hombre, así como a otros mamíferos, un parásito que puede causar síndromes viscerales, oculares y cerebroespinales.

Según el GEIB, formado por los biólogos Bernardo Ziletti, Laura Capdevilla y Víctor Ángel Suárez, existe un reciente análisis del impacto económico de 125 especies invasoras en Europa, que estima que el coste real derivado de los daños y la lucha contra las mismas asciende a 9.600 millones de euros al año.

No obstante, el impacto económico potencial es muy superior elevándose a 12.700 millones de euros al año, aproximadamente unos 24.000 euros por minuto.

Esta cifra, según el estudio "Assessment of de impacts of IS in Europe and de EU", referido por GEIB, debe considerarse por debajo de la real, ya que está extrapolada solo de un limitado número de especies invasoras.

Mostrar comentarios