La Escuela policial de Ávila, cantera nacional de 23.000 aspirantes al Cuerpo

  • Antonio García.

Antonio García.

Ávila, 5 mar.- La recientemente rebautizada Escuela Nacional de Policía de Ávila rezumaba hoy nervios y tensión entre los primeros aspirantes a ser policías, tras meses de preparación física y teórica por parte de todos ellos y de los otros 23.000 opositores a la Escala Básica que desean ingresar en el Cuerpo.

El polideportivo y las pistas de atletismo de estas instalaciones consideradas entre las mejores del mundo, se han convertido en el banco de pruebas por el que hasta el próximo 26 de abril deberán pasar miles de personas llegadas de toda España.

Se trata de la primera parte del acceso a la Escala Básica, antes de que en mayo quienes hayan pasado el corte de Ávila realicen los exámenes teóricos en ocho sedes diferentes.

De estas pruebas resultarán los 153 mejores, tras un duro proceso de preparación y selección que va más allá de un año, como el del burgalés Rubén Ortega, de 22 años, que lleva un año y medio centrado en estos exámenes que por primera vez se centralizan en Ávila.

Según ha explicado a Efe el responsable de la organización de las pruebas y uno de los 35 miembros del tribunal, Antonio Pérez, con esta iniciativa se trata de ahorrar costes, aunando en un solo lugar todo lo que anteriormente se realizaba en nueve sedes.

A excepción de los aspirantes de Canarias y Baleares, que realizan en sus islas las pruebas, la capital abulense ha sido la elegida por primera vez para los exámenes físicos con el objetivo de ahorrar costes e impulsar la economía de Ávila.

Todo ello teniendo en cuenta que hasta que el durísimo descenso de las plazas incluidas en las últimas ofertas de empleo público, la Escuela Nacional de Policía de Ávila recibía una media de 5.000 futuros agentes al año, frente a las 153 plazas para la Escala Básica y las 75 de la Ejecutiva contempladas este año.

En esta ocasión se trata de 23.000 aspirantes, 11.000 menos que el año pasado según Pérez, quien lo achaca, entre otras cosas, al hecho de que la mayoría tengan que desplazarse hasta Ávila, más lejos de sus casas, a diferencia de lo que ocurría hasta el año pasado.

Sus cálculos apuntan que del total de participantes en las pruebas físicas, en torno al 20 por ciento mujeres, apenas un diez por ciento las suspenderán.

El nerviosismo se palpaba entre todos ellos y los familiares que les animaban desde las gradas de un polideportivo que ha acogido el circuito de agilidad, la prueba de salto y las "dominadas", tal y como la mayoría conoce a este ejercicio de fuerza sobre una barra en la que deben de hacer entre cuatro y diecisiete flexiones.

Una vez superada la primera fase y la tensión inicial, los aspirantes se trasladaron hasta las pistas de atletismo, donde los hombres tienen un máximo de 8,45 para completar dos kilómetros y las mujeres 5 minutos para hacer 1.000 metros.

Tras completar todas las pruebas, Juan Jesús Ortega, un gaditano de 30 años que se presenta por cuarta vez, se mostraba satisfecho al concluir, a la espera del resultado de las pruebas teóricas, donde se cayó de la última selección cuando estaba llegando al trayecto final los tres años precedentes.

"Este año a ver si toca", decía esperanzado este joven de Arcos de la Frontera que se cruzaba con José Ortuño, un murciano de 21 años que se presentaba por primera vez con "muchos nervios", ya que su preparación arrancó en febrero de 2012.

En su caso, confiaba más en las pruebas físicas que en las teóricas, aunque en los dos meses que quedan para la segunda parte tiene tiempo para prepararse a fondo, ya que asegura que va a ir "a muerte". EFE

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