La falta de buenos servicios sociales limita el acceso de la mujer al mercado laboral

Solo la mitad de la economía española depende de los mercados, ya que la otra mitad está ligada a los hogares, que se están portando "como campeones" durante la crisis y que ya están "exhaustos" por el trabajo no remunerado realizado, lo que, de seguir así, podría poner en riesgo el empleo del sector femenino.
Así lo puso este lunes de manifiesto María de los Ángeles Durán, profesora de Investigación del CSIC en el centro de Ciencias Sociales y Humanas y coordinadora de 'El trabajo no remunerado en la economía global', realizado durante cinco años para la Fundación BBVA.
"Estamos obsesionados con los mercados y, sin embargo, la economía solo depende de ellos en la mitad de sus recursos", afirmó Durán en la presentación del trabajo, donde incidió en el hecho de que "si no hay buenos servicios públicos", el cuidado de mayores, niños y enfermos será "una enorme amenaza para el empleo de las mujeres".
La crisis, abundó, "es más grave para las mujeres", y especialmente para las jóvenes con empleo, que son las que pueden verse obligadas a dejarlo para cuidar a sus niños y mayores ante la falta de servicios públicos asequibles.
Y es que, afirmó, la situación en la que un familiar decide abandonar su empleo para dedicarse al cuidado de un dependiente, la pérdida media para el hogar es de unos 20.000 euros anuales.
La investigadora hizo un repaso por la situación que viven actualmente los hogares españoles y detalló que en ellos solo el uno por ciento del trabajo está remunerado y corresponde al realizado por las empleadas domésticas, que, a su vez, pueden pagar únicamente el 3,8% de las familias.
Porque, explicó la experta, solo un 3,8% de los hogares españoles (los que ingresan más de 5.000 euros mensuales) pueden pagar el salario completo de las empleadas domésticas, por lo que el 79% de ellos se conforma con contratar menos de 10 horas semanales.
Sin embargo, recalcó Durán, las necesidades reales de las familias no se cubren con 10 horas semanales de trabajo doméstico, ya que se calcula que, de media, un niño menor de un año precisa 17 horas diarias de atención. Y a este tiempo hay que sumarle el que necesitan las personas mayores (suponen el 27,5% de la demanda de cuidados), cada vez más numerosas en España.
CUIDADO DE MAYORES
A este respecto, la investigación señala que las familias españolas quieren asumir el cuidado de sus mayores, pero con más ayuda de la Administración.
En este contexto, el 55% de los entrevistados en el trabajo de Durán afirman que les gustaría acoger a sus padres dependientes en su casa, mientras que casi el 30% prefieren la opción de cuidarles sin que los progenitores dejen su propio hogar.
La edad y el nivel socioeconómico de los encuestados marcan una opción u otra de cuidado, ya que si los mayores con menor formación y recursos prefieren mayoritariamente tener a sus padres en su casa, los más jóvenes y mejor formados son más partidarios de que sus progenitores permanezcan en su propio hogar cuidados por otros el máximo tiempo posible.
En cuanto a quién debe hacerse cargo de las necesidades o problemas de las personas mayores que viven solas, las respuestas se reparten entre los que consideran que deben ser las familias o allegados (37%), las administraciones públicas (25%) y quienes creen que debe ser una combinación de las dos respuestas anteriores (35%).
En lo tocante a las administraciones, un 63,4% de los entrevistados apunta que hay grandes diferencias entre las comunidades autónomas en la atención a personas dependientes.
Los encuestados estiman que el coste mensual de la atención al dependiente está por encima de los 1.100 euros, una cantidad que supera los 1.500 euros si la opción es el ingreso en una residencia no subvencionada.
Ante este panorama, Durán apuesta por "explorar todas las vías posibles para inyectar flexibilidad a nuestra legislación", especialmente a la laboral, muy rígida en este momento, y por analizar fórmulas existentes en otros países, como puede ser la alemana denominada "madre de día", una vecina del barrio que cuida en su propia casa a cinco o seis niños.